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A lo largo de nuestra vida conocemos a miles de personas, pero sólo un puñado de ellas nos llama la atención, y sólo unas pocas acaban siendo nuestra pareja. ¿Por qué escogemos a unos candidatos y no a otros? ¿Qué hace que una persona nos atraiga?

 

De acuerdo con el Dr. Noam Shpancer, profesor e investigador de la Facultad  de Psicología de la Otterbein University de Ohio (Estados Unidos), existe una serie de leyes de la atracción que nos dan la respuesta.


1. La ley de la familiaridad

 

Si no tenemos contacto frecuente con una persona es imposible que nos enamoremos de ella y, mucho menos, que pensemos en ser su pareja. Cuanto más tiempo pasamos con una persona más posibilidades hay de que acabe gustándonos.

 

2. La ley de la atracción física

 

El físico influye y de manera determinante. La cruda realidad es que nadie está dispuesto a pasar sus días con una persona que considera físicamente repelente. Por lo demás, como explica Shpancer, la atracción física se rige por leyes de mercado: “La mejor mercancía es la más cara, así que los compradores que no pueden ofrecer lo que se pide tienen que optar por lo que se pueden permitir. En el caso del atractivo físico, la gente más guapa acaba con otros que son muy guapos, los mediocres con los mediocres, y así”.

 

3. La ley de la personalidad

 

Las investigaciones han identificado dos rasgos de personalidad que hacen a una persona particularmente atractiva: la competencia, es decir, el nivel de inteligencia y habilidades sociales de una persona; y su “calidez”, es decir, su capacidad para ser cercana y cariñosa. “Si eres sabio y afectuoso ligarás con más facilidad”, afirma el especialista.

 

4. La ley de la proximidad

 

Como sabe todo aquel que ha tenido una relación a distancia, o las partes se juntan pronto o el noviazgo fracasará estrepitosamente. Lo habitual es que escojamos como pareja a alguien que tengamos cerca, al que podamos ver sino a diario, casi, pues es lo más sencillo para ambas partes.

 


5. La ley de la semejanza

 

Los estudios no dejan lugar a dudas: nos atraen las personas que son como nosotros. Es cierto que nuestra pareja no tiene porque ser exactamente igual, pero al menos tiene que compartir ciertas aficiones, valores e inquietudes. Si podemos elegir ente varias personas, preferimos a alguien que tenga cosas en común que a una persona que sea muy distinta.

 

¿Cuán poderosas son estas leyes?

 

A juicio del experto, estas cinco leyes operan por igual en hombres y mujeres, y son determinantes para elegir a los posibles candidatos. Sin embargo, surge otra pregunta: ¿cómo tomamos la decisión final? ¿Por qué algunas parejas nos duran meses, otras años y otras toda la vida?

 

Según Shpancer, “estas leyes sirven para elegir a los candidatos, pero no funcionan en la selección final”. En su opinión, “la biología y el entorno nos empujan a ir a la tienda adecuada, pero no puede determinar qué vamos a comprar. Eso lo decidimos nosotros mismos. En la selección final interviene un proceso interno subjetivo, oscuro y caprichoso, que no obedece necesariamente a los dictados de la razón, la evolución, la presión cultural y, ni siquiera, a nuestros planes e intenciones”.

 

Y a ti, ¿qué te parece?

 

Aclaración:
El contenido mostrado es responsabilidad del autor y refleja su punto de vista, mas no la ideología de actitudfem.com

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