Razones por las que una boda no es para mí

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Razones por las que una boda no es para mí / Especial
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Cada que veo a mis cómo mis amigos se preparan y toman la caminata por el pasillo, confirmo que casarme no es algo que me interese.


No es la parte del matrimonio la que me causa un problema, de hecho, soy una fan de que formalices la relación que tú y tu pareja tienen de comprometerse y amarse por el resto de sus vidas.


El problema es ese espectáculo lo que me irrita, el gran tiempo y dinero que dedicas para celebrar el amor.


No necesito un vestido de Vera Wang y una ceremonia de 300 personas para demostrar mi amor (sin ánimo de ofender, Vera). 

 

Estas son las razones por las que prefiero omitir la boda e ir directo al matrimonio:


1. No quiero pasar un año de mi vida gastándolo en insignificantes detalles como escoger el color de las mesas.

 

2. Las bodas son increíblemente costosas.

 

3. Mis papás no son ricos

 

4. Trato de ser buena amiga, y no quiero que mis amigos pasen por la molestia, drama y gasto de una boda. En estos días, pedir a alguien que esté en tu boda requiere un gran esfuerzo de tiempo y compromiso financiero de su parte.


Preferiría irme de vacaciones con mis amigos y gastar así mi dinero que en un vestido espantoso y un regalo nupcial que no necesito.



5. Entre el estrés del día y la obligación de ir de mesa en mesa saludando a todos los invitados, hay un 100% de probabilidades de que tome de más y casi no pruebe alimento. No quiero que cada una de las personas sepa cuál es mi cara de ebria.

 

6. Hablando de saludar a cada invitado, soy TERRIBLE recordando los nombres de las personas, así que probablemente ofenda a más de uno de los asistentes.

 

 

7. No puedo mantener un peso estable para entrar en un vestido a partir de ahora y durante los próximos 6 meses.

 

8. No quiero pasar el “día más feliz de mi vida” estresada por saber si cada uno de mis invitados la está pasando bien o si disfruta de la comida.

 

9. Una de mis abuelas vive en California, la otra en Pensilvania. Son muy grandes para viajar. ¿Cómo rayos decidiré quién viene?

 

10. Siempre he creído que las bodas son más bien una excusa de la chica para ser el centro de atención, por todo un día, que la celebración de la unión entre dos personas.

 

 

11. La toma de fotografías para mí es una tortura. Cuando regreso de cada viaje y miro mis fotos, sólo hay un par del hotel al que llegué y eso es todo.

 

Sí, las bodas también tienen su parte buena. Usualmente son una explosión y logran reunir a personas a las que no vemos tan seguido como nos gustaría, pero para mí, la combinación de las fotografías, las sonrisas fingidas y la pésima comida, son un infierno personal por el que no pagaría miles de dólares.


Cortesía de imágenes: Pinterest


Cortesía de texto: Nicole Rogers para thoughtcatalog.com
 

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