Así es pasar 24 horas desnuda con tu pareja

Recibe lo mejor de nuestro contenido en tu correo SUSCRÍBETE

Al hacer click en Suscribirme quedarás registrad@ a nuestro boletín el cual podrás cancelar en cualquier momento.

Mi chico y yo no nos habíamos visto en una par de meses. Estábamos haciendo lo de la relación a larga distancia, con él en París y yo en Nueva York. Aunque tenía mucho que no nos veíamos, nos la arreglamos para mantener “vivo el amor”, con la ayuda de Skype, Viper y una cantidad excesiva de mails que hablaban desde política hasta asuntos más cachondones. Básicamente, sabíamos que cuando nos viéramos de nuevo, habría mucho, mucho sexo.


No fue intencional, pero después de que me pasó por mí al aeropuerto y de que llegáramos a su casa, pasamos a la etapa de estar desnudos por lo menos 24 horas –tal vez más. Aunque 24 horas parece muy extremo para algunos, les aseguro que lo hicimos como campeones y no puedo esperar para repetirlo.


Lo increíble


Tuvimos, obviamente, mucho sexo. Y entre y una ronda y otra, vimos películas o Breaking Bad, aunque ocasionalmente nos distraíamos con nuestra desnudez y pasábamos a otras cosas, pero también hablamos mucho sobre el futuro. Es el impresionante el tipo de intimidad y honestidad que se da cuando estás completamente desnuda. No sólo estás expuesta físicamente, pero por alguna razón tu corazón y tu mente siguen su ejemplo. Además, tomar tanto vino y champaña nos ayudó. Beber champaña es mucho mejor si lo haces desnuda en la cama con alguien a quien amas. Inténtalo.


Lo que no estuvo tan padre


Me di cuenta que no quiero que cocine estando desnudo; simplemente es muy raro para mí. Aunque a él le parecía bien que yo cocinara sin ropa, aun cuando me negué a hacerlo, sencillamente hay cosas que debes mantener separadas. Está BIEN comer queso en la cama, pero comer queso y verlo cocinando una cena gourmet francesa es una historia muy diferente. Te estiras por los platos y te agachas para checar la temperatura del horno y eso es demasiado para ver. Estoy feliz de que él no sienta lo mismo, pero yo no puedo hacerlo. Terminamos pidiendo comida y él guardo esa cena para otra noche.

 


Lo que fue muy fácil (sorprendentemente)


¡Estar desnuda! Yo soy muy consciente de mi cuerpo, así que lo admito, hay momentos en que me cubro con una sábana, pero en general dejé todo al aire. Sé que esto lo puedo atribuir a tener una pareja que ama mis curvas y mis imperfecciones, así que soy afortunada en ese aspecto, pero se requiere mucho valor y fuerza interior y por eso estoy muy orgullosa de mí misma.


Cómo terminó todo


En algún punto nos tuvimos que poner ropa de nuevo para salir a enfrentar al mundo… es París después de todo. Y así hubo más queso y vinos que nos pudiéramos terminar.


Lo que cambiaría


Nada. Honestamente creo que esto llevo nuestra relación a otro nivel. Estoy muy segura de que esto es de lo que se trata una relación más adulta: desnudez, sexo, vino, champaña, queso de cabra y un maratón de Breaking Bad de fondo. Y si no lo es, no me importa.


(via: Your Tango)

Compartir en Facebook compartir en twitter, se abrirá en otra ventana Compartir en Pinterest Agregar a favoritos Enviar por correo electrónico