¿Cómo prevenir el abuso sexual?

El número de casos de abuso sexual, principalmente en menores de edad, es más alto de lo que nos imaginamos. La propia Secretaría de Educación Pública de nuestro país inició hace algunos meses la distribución de un folleto para que los padres de familia, por medio de los maestros, identifiquen rasgos o situaciones que identifiquen si un niño está siendo o fue abusado.

“La problemática del abuso sexual es amplia”, ha reconocido la SEP y para poder erradicarla se debe fortalecer la educación en este campo, capacitar a los docentes y generar condiciones para la denuncia; pero sobre todo, pide la dependencia “sacudamos la ignorancia, la apatía y los prejuicios”.

Entorno familiar y abuso sexual

Estudios elaborados por el Programa de Atención Integral a Víctimas y Sobrevivientes de Agresión Sexual (PAIVSAS), coordinado desde la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), a partir del seguimiento de 100 casos de agresión a niños de ocho años, revelaron que el 95% de los agresores fueron personas del género masculino y conocidos de la víctima; mientras que el 19% de los victimarios fue la figura paterna (papá o hermano mayor). La edad de riesgo identificada, a partir de quienes fueron abusados sexualmente, se ubica en seis años de edad en promedio.

¿Qué debemos entender por violencia?

Por violencia, señala la Secretaría de Educación Pública, se debe entender el “agarrar, tocar o pellizcar”, así como aquellos contactos físicos no deseados, comentarios sexuales tales como chismes, burlas y chistes con contenido sexual y ofensivo, referencias explícitamente sexuales; llamadas telefónicas, notas, cartas de contenidos sexual para pedir o exigir citas o sexo y proposiciones no deseadas. Todo ello ha sido definido a partir de estudios de la Organización Panamericana de la Salud.

Para identificar el abuso sexual, se sugiere observar cambios en la conducta de los niños o jóvenes, tales como el que se resistan a participar en juegos que antes les divertían, especialmente en actividades de contacto físico. Asimismo, advertir si se sienten incómodos cuando alguien trata de acercarse o tocarlos, o presentan ropas manchadas, ensangrentadas o hay dolor.

10 medidas que ayudan a prevenir el abuso sexual entre los niños

1. Enseñarles que tienen el derecho a decir “no” ante propuestas de cualquier persona extraña o conocida, o bien involucrarse en actos que le parezcan impropios o incómodos.

2. Nadie tiene derecho a tocar ninguna parte de su cuerpo sin su consentimiento.

3. Generar ambientes de confianza en donde las niñas y los niños se sientan escuchados.

4. Invitarlos a que pregunten a un adulto cuando sientan confusión ante manifestaciones de acercamiento de otras personas o ante preguntas o peticiones que realicen.

5. Explicarles la diferencia entre las caricias buenas que les hacen sentir bien, y los tocamientos que les resultan desagradables e incómodos.

6. Nadie puede obligarle a demostrar su afecto en formas diferentes a las que les ha enseñado la familia.

7. Realizar talleres sobre el cuidado del cuerpo, reconocimiento de las partes privadas, conductas sexualmente responsables, conocimiento de los derechos sexuales y reproductivos, enamoramiento, embarazo no deseado, sexo seguro y sexo protegido,

8. Explicarles que hay secretos buenos y secretos malos. Los buenos son de cosas agradables y los secretos malos son de cosas que te hacen daño: tocar el cuerpo a escondidas es un secreto malo, y hay que contarlo rápidamente a una persona adulta y de confianza.

9. Asegurarse de que el niño sabe decir NO si alguien intenta tocarlo de manera que se sienta incomodo, con caricias malas.

10. Explicarles que no se deben abrir puertas a extraños, ni ir a sus casas, ni a  pasear con ellos sin el permiso de sus padres. Conocer a los amigos y personas con las que el niño suele pasar tiempo.

Prevenir abuso sexual en adolescentes, jóvenes y adultos.     

Para la psicóloga clínica y psicoterapeuta española María Calvente Samos, es muy importante también trabajar la prevención del abuso sexual entre los jóvenes y adultos. Tener presente que “mi cuerpo es mío y nadie debe tocarlo sin mi permiso”, es un principio que debe acompañarnos durante toda la vida.

Según la especialista, entre los adolescentes y jóvenes es fundamental enseñarles que el “ligar” con un chico o chica no significa llegar hasta donde el otro quiera. Es importante “enseñarles que su cuerpo es suyo y la relación va siempre hasta donde ell@s quieran llegar: nunca más allá No valen comparaciones, quejas, chantajes, ni imposiciones”.

Lo mismo ocurre con una pareja estable entre los adultos: tenerla no quiere decir cumplir o someterse a los deseos del otro: propuestas, juegos o actividades que nos hagan sentir mal. Asimismo, es esencial aprender a reconocer los comentarios que representan descalificaciones y agresiones, así como a “identificar las diferencias entre amistad, afectividad, asesoramiento, o sexualidad engañosa.

Ser la favorita para alguien especial (un tío, un profesor, o un jefe), no significa tener sexo”. La autoridad moral, agrega la Dra. Calvente Samos, “no implica poder sobre tu cuerpo, ni el crecimiento personal”.

La sexualidad se vive en intimidad y las relaciones afectivas no se esconden. Lo que se oculta normalmente no es bueno: los sentimientos buenos se expresan y comparten ante  los demás.

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