Top 5 de preferencias sexuales masculinas

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La sexualidad masculina es menos elemental de lo que creemos. Siempre se ha pensado que los hombres responden a los estímulos sexuales más básicos con la velocidad de un resorte y, sin embargo, esto no es así. Un reciente artículo publicado en el diario español El País afirma que, en el fondo, ellos también están cansados de llevar la iniciativa y “desearían que su pene no fuera la viga maestra sobre la que se apuntala una noche de sexo”.

 

De acuerdo con varios especialistas, como Santiago Frago, sexólogo y codirector del Instituto Amaltea de Zaragoza (España), “seguimos teniendo un modelo de sexualidad muy centrado en la genitalidad, en donde la estrella sigue siendo la penetración, y por consiguiente, la buena disposición y funcionamiento del hombre es fundamental. En las consultas vemos que la mayor preocupación de ellos es conseguir que la mujer disfrute y que llegue al orgasmo, porque permanecemos centrados en este fin, cuando deberíamos estar más preocupados en obtener placer durante todo el encuentro sexual, no solo al final”.

 

El Top 5 de preferencias masculinas

 

En su último libro “El método Valérie”, la escritora, sexóloga e investigadora francesa Valérie Tasso apunta cinco preferencias masculinas indiscutibles:

 

  1. El trío. Para muchos hombres, afirma Tasso, el sexo debería ser cosa de tres y una de sus mayores fantasías es formar un triángulo. Sin embargo, como apunta Frago, más que hacerlo con dos mujeres, “lo que más abunda es lo contrario: dos chicos y una chica, quizás porque las mujeres son más celosas y porque a ellos también les pone ver a su pareja con otro hombre”. ¡Cuidado con lo que se desea porque se puede hacer realidad!
  2. La excitación visual. La idea de que el hombre se excita más con estímulos visuales ha sido ya descartada, gracias a un experimento que se realizó en la Universidad McGill, en Québec (Canadá), y cuyo objetivo era calibrar la respuesta sexual en ambos sexos. Los científicos se sirvieron de la termografía para medir la radiación, en términos de temperatura, que emitían los genitales de los sujetos del estudio, mientras contemplaban diferentes imágenes: sexuales y no sexuales. Tanto hombres como mujeres comenzaron a sentir excitación en los primeros 30 segundos. Los primeros alcanzaban su punto álgido en 664,6 segundos, mientras que a las mujeres tardaban algo más, 743 segundos, pero el estímulo en ambos sexos era el mismo. Santiago Frago puntualiza que “si hasta ahora la mujer no era consumidora de pornografía no era tanto porque esta forma de excitación no fuera la más adecuada pera su sexo, sino porque el tipo de material erótico estaba diseñado para ser consumido por el hombre. Desde que hay una pornografía más femenina, las mujeres se están aficionando a este tipo de películas”.
  3. El otro sexo oral. Si el sentido de la vista es primordial, no lo es menos el del oído y la mayoría de los hombres encuentra muy excitante escuchar los gemidos de sus parejas. Si a los sonidos se les añade unos buenos textos y diálogos, la cosa va en aumento. Según los expertos, todos deberíamos animarnos a ser más parlanchines en la cama y a exteriorizar con ruido nuestras sensaciones.
  4. Cuestión de iniciativa. Una de las cosas que más les gusta a los hombres es ser seducidos. Verónica Monet, educadora sexual, actriz porno y autora de “Secretos sexuales de una cortesana”, incluía en su libro el comentario de un caballero: “Solo deseo sentir que soy el objeto sexual de alguien, y que satisfago el apetito de mi amante permitiéndole hacer lo que quiera conmigo. Es una cuestión de vulnerabilidad. La vulnerabilidad me excita muchísimo”.
  5. Abecedario erótico. El punto G no es exclusivo de las mujeres. Los varones disponen también de esa letra que, en su caso, se sitúa en la próstata, una glándula del tamaño de una nuez que está bajo la vejiga masculina. Una forma fácil de acceder a ella es con la introducción del dedo —ligeramente doblado— en el ano, a unos cinco centímetros de la entrada.

 

Pero el alfabeto erótico del varón cuenta con otras letras como el punto F, justo debajo del pene, en una franja estrecha de piel llamada frenillo, que posee una extraordinaria sensibilidad. El punto O, está en el coxis, —en la base de la columna vertebral— y los seguidores del tantra dicen que frotarlo despierta la libido.

 

Una última característica masculina que se debe tomar en cuenta, opinan los especialistas, sobre todo si se quiere que la relación perdure, es respetar las zonas de autonomía erótica que los dos sexos deberían tener, y que sobre todo, demanda el hombre.

 

 

Aclaración:
El contenido mostrado es responsabilidad del autor y refleja su punto de vista, mas no la ideología de actitudfem.com

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