Lo que dicen tus ojos

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Hay miradas que matan y otras que enamoran. Algunas veces, una mirada puede penetrarnos hasta el fondo del alma, y otras suele fulminarnos en segundos. No hay una parte del cuerpo que tenga mayor carga emocional que los ojos. Ellos delatan nuestro cansancio o tristeza, descubren nuestra alegría y suelen decir más de lo que las palabras pueden hacerlo.

 

A juicio de Ronald E. Riggio, profesor de liderazgo y organización psicológica del Claremont McKenna Collage (Estados Unidos), los ojos forman una parte crucial del lenguaje no verbal, y lo que expresamos con ellos es infinito.

 

Basándose en diversos estudios científicos sobre el poder de la mirada y lo que transmitimos gracias a ella, Riggio elaboró un artículo publicado recientemente en Psychology Today. Sus conclusiones principales se resumen en cinco puntos:

 

El contacto visual excita

 

Mirar fijamente a los ojos de otra persona genera una reacción de excitación, aunque la interpretación de la misma varía según el contexto. Cuando nos mira un extraño durante mucho tiempo podemos verlo como una amenaza y experimentar miedo o angustia. Esta actitud es muy frecuente en los animales, que se sienten amenazados si un humano los observa fijamente a los ojos. Sin embargo, también es posible excitarse sexualmente gracias al contacto visual, e interpretarlo como una invitación a mantener relaciones sexuales.

 

Los ojos revelan la honestidad de una sonrisa

 

El psicólogo estadounidense Paul Ekman ha distinguido entre las sonrisas que representan una felicidad genuina y las sonrisas falsas, utilizadas para fingir felicidad o para cubrir cualquier otra emoción. La clave para distinguir una de la otra es observar la mirada de la persona en cuestión. Cuando la sonrisa es honesta, los ojos se achinan y se generan patas de gallo en los extremos.

 

La dilatación de la pupila es signo de interés  

 

Según explica Riggio, cuando algo nos interesa, nuestras pupilas se dilatan. Pero, además, esa dilatación nos hace parecer más sexys. El profesor cita un estudio en el que en una foto de una misma mujer se alteró artificialmente el tamaño de las pupilas. Se compararon ambas fotos, idénticas salvo por el tamaño de la dilatación, y aquellas que presentaban una mayor fueron calificadas como más atractivas que las que se mostraron con las pupilas de tamaño normal.

 

La mirada recíproca es un signo de amor

 

Las investigaciones que estudian temas relacionados con el amor y la atracción han concluido que el mirarse detenidamente y la observación mutua son casi garantía de que las personas implicadas están enamoradas.

 

 

El contacto visual da pie al engaño

 

Normalmente, el contacto visual y detener la mirada en algo suele ser signo de interés, amor, cariño o derivados. Así se ha dicho que un mentiroso no suele mirar a los ojos, y que esta es una característica fundamental de su lenguaje no verbal. Sin embargo, la investigación ha demostrado, según cuenta Riggio, que en realidad las personas con tendencia a mentir establecen un mayor contacto visual, ya que ponen más energía en intentar convencer a su interlocutor de algo que no es verdad. Quien dice la verdad, por el contrario, no necesita demostrar nada, y puede estar simplemente distraído si no nos está mirando.

 

No cabe duda de que los ojos son el espejo del alma. Ya lo decía Miguel de Unamuno, “Hay ojos que miran, hay ojos que sueñan”.

 

 

Aclaración:
El contenido mostrado es responsabilidad del autor y refleja su punto de vista, mas no la ideología de actitudfem.com

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