Lo que necesito que los hombres aprendan del sexo

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Queridos miembros del género masculino: hay algunas cosas sobre SEXO que me gustaría que supieran. Hablo desde mi experiencia, pero sin duda, habrá otras mujeres que opinen lo mismo. El sexo no siempre es como los medios, el Internet y sus amistades se los hacen creer. La pornografía es para el sexo lo que la ciencia ficción para la astronomía: tienen algunos aspectos en común, pero al final mucho de lo "hacen" es porque se ve bien en la cámara. Así que, mi estimado hombre:

 

Primero quiero confesarte que somos más que pezones y clítoris. El día que tú tienes ganas y yo ni enterada, no es tan fácil como encender una máquina a la que le debes presionar los "botones". Los besos y las caricias ayudan a comunicarme tus ganas de tener sexo, ¡y yo también lo quiero! Pero la mayoría de las veces me quiero enterar delicadamente.

 

No sé si esto lo aprenden de la pornografía, ¡pero mi clítoris no es un control sin pilas! No necesitas hacer tanta presión para que funcione. Cuando de erotismo se trata, menos es más. Si me tocas suavemente quizá hasta te pida más. ¡Vuélveme loca, que para eso es el sexo!

 

Ojo, esto NO quiere decir que a veces no tenga ganas de tener sexo rápido y duro. Si llevo toda la noche haciéndote esos ojos que ya conoces en el bar, y camino a la casa pongo mi mano en tu pierna (o mejor, tu mano sobre la mía) está bien tomarme por sorpresa en la escalera. Es lo que quiero de ti, estoy lista.

 

No te ofendas si un día te pido que sigamos jugando en lugar de correr a la penetración. A veces tengo muchas cosas en la cabeza y necesito unos minutos más para desconectarme. No estás haciendo nada mal, sólo tuve un día complicado.

 

Y no te preocupes por cuánto tiempo “duras” en la cama. La penetración perpetua es más tediosa que sexy. No es que quiera que termines en tres empujones, pero si tu gran logro en la cama es tener sexo constante por una hora… me perdiste por ahí del minuto veinte.

 

Todo lo que suceda antes y después de la penetración puede ser eterno, pero la lubricación vaginal no es interminable...

 

Al final lo que quiero es que me preguntes qué quiero, y que no te ofendas si te digo que no es lo que pensabas. Quiero hablar abiertamente contigo de lo que me gusta, porque yo conozco mi cuerpo mejor que nadie. También quiero experimentar cosas nuevas contigo, y no caer siempre en la rutina, aún si sabemos que nos conduce fácilmente al orgasmo.

 

Quiero convertir el sexo en una aventura, y quiero tenerla contigo aunque, la verdad, también puedo tenerla sola...

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