Fui a mi primera cita de Tinder y fue (algo) increíble

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Mi casi-relación de 8 meses terminó y estaba aburrida (no es cierto, me cortaron por mensaje y estuve todo la semana llorando mientras veía Laguna Beach). Llegó la noche del sábado y Netflix me estaba cansando (imposible, ya sé). Un amiga me sugirió que descargara Tinder para ver algunos chicos guapos y ligues potenciales.


A los pocos minutos me encontré en un frenesí de arrastrar las fotos. ¿Bombero medio guapo? Claro, por favor. ¿Tipo creepy que fue a la prepa conmigo? No, gracias. El primer “match” que obtuve me mostró un crush tipo prepa –adiós ex novio, ¡hola hombre misterioso de Tinder!


Horas y una muñeca adolorida después, tenía cerca de 15 matches. A la mañana siguiente chequé mi teléfono y vi que tenía 10 notificaciones –todas de Tinder. Había un montón de mensajes, selfies (ninguna de sus partes, ¡fiu!), y unos cuantos matches más.


La mayoría de los mensajes era de “hola” o un guiño. También hubo algunos extraños.

 

Respondía  la mayoría de “holas” y eventualmente tuve una conversación completa con Adam. Después de horas y horas de conversación, me dio su número. Al principio tenía muchas dudas, pero después fue como: ¿por qué diablos no? Nos empezamos a mandar mensajes regularmente durante una semana… y entonces me invitó a salir.


¡Demonios! ¿Debería ir? ¿Qué tal si me mata? No parece un asesino serial. Pero podría ser uno de esos asesinos seriales guapos que siempre pasan en Nancy Grace…


Primero hice como si no hubiera visto el mensaje donde me invita a salir. Pero días después me preguntó de nuevo. Antes de contestarle, lo chequé (a él y a sus amigos) en Instagram y Facebook, para asegurarme de que no era un súper creep. No parecía, así que dije que sí. Decidimos ir a la playa con nuestros perros.


Mientras conducía a la playa para la primera cita: Ahhhh maldita sea, no debía haber comido sushi. Sushi + bikinis = no BFFS. Creo que me voy a enfermar del estómago. Oh, espera, falsa alarma… sólo era un gas (¡ew!).


Durante todo el camino a la playa puse a Iggy Azalea para prepararme. Me sentía fantástica –eso hasta que estacioné el coche y la música se paró. Entonces los nervios me llegaron con toda la fuerza. Lo vi jugando con su perro en la arena.


Fiu. Si se parece a sus fotos de Tinder. Gracias Todo Poderoso.


Vió a mi perro y a mí y nos saludó mientras caminaba hacia nosotros. Nos dimos un abrazo raro y encontramos un lugar en la playa. Él también parecía súper nervioso (¿los asesinos seriales no están nerviosos verdad?), eso me hizo sentir un poco mejor. Hablamos un poco (literalemente hablamos del clima por 10 minutos) y después nos acercamos con nuestros perros al agua. Eventualmente la conversación empezó a fluir de manera más natural y sin darnos cuenta habíamos pasado juntos tres horas en la playa.


Terminamos la cita con un abrazo (nada de un primer beso, ¡boo!) y él me dijo que deberíamos salir de nuevo.


Actualización #1: Cita 2 – Helado en el atardecer. Esa noche tenía la misión (si todo salía bien) de conseguir ese primer beso. Las cosas iban muy bien: Olvidé mi suéter, empezó a hacer frío, puso su brazo en mí para mantenerme calientita… después me acompañó a mi coche y me dio un abrazo de buenas noches (suspiro).


Después esa noche…

Me mandó un mensaje diciendo que definitivamente me debió besar esa noche. Ugh, pero ¡yei!


Actualización #2: Cita 3: - Fuimos al cine y nos besamos como adolescentes. ¡SCORE! ¡La tercera es la vencida!
Para no hacerles el cuento largo, abrí Tinder sin esperar nada (tal vez algo de una noche o alguien guapo para ver), pero terminé saliendo con un chico bueno y adorable.


¡Gracias Tinder!


(via: College Candy)
 

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