¿Por qué ella se acostó con mi pareja?
Muchas veces cuando me entero de hombres que ponen el cuerno me da curiosidad que las mujeres “culpemos a la otra” siempre es la “maldita vieja” que se le fue a “arrimar” al hombre casado o comprometido. ¿Por qué no consideramos que esa mujer no es la que tiene un compromiso? Ella no está casada, no te debe nada, no se prometió a nadie. El verdadero culpable de cualquier amorío es la persona que miente y engaña a su propia pareja.
Sin embargo también me llama la atención que nosotras como mujeres no nos ayudemos. A ninguna nos gusta que nos engañen, ¿por qué ayudamos a otros a hacerlo? En YourTango encontramos puntos muy válidos que decidimos retomar.
1. Atención y pasión
Un hombre que lleva tiempo en una relación estable puede ser muy pasional con alguien nuevo. Esa atención que le da a la nueva mujer y la energía del deseo que siente por ella pueden convencer a una mujer que lleva tiempo sin sentirse atendida de comenzar un amorío.
Este es un pequeño párrafo de un artículo en el Huffington Post titulado “Por qué tuve un amorío con un hombre casado”.
“Antes de conocer a David me sentía muerta. Pero de pronto estaba viva, era deseada y me sentía llena de pasión y vitalidad… De un día para otro pasé de años de celibato a estar desnuda en el piso de su oficina a media tarde, constantemente mandándonos correos y mensajes sexuales, y teniendo conversaciones sucias por las noches en el chat de Facebook. Me consumían los pensamientos de él cuando no estábamos juntos, me perdía en mis recuerdos reviviendo cada detalle de cada segundo con él, o añoraba estar con él y trataba de averiguar cuándo nos podríamos volver a ver”.
2. Tu pareja estaba dispuesto a hacerlo
La razón principal por la que otra mujer se puede acostar con tu pareja es porque él lo permite. Va más allá de sólo dar consentimiento, para que una chica se acerque a él tu pareja debió haber proyectado de alguna manera su deseo por engañarte a ti. Si no hubiera sido ella, hubiera sido alguien más.
3. No hay compromiso
Algunas mujeres que han tenido malas experiencias con sus parejas pueden buscar diversión sin compromiso, y nada te compromete menos que un hombre casado.
Al iniciar una relación sexual con alguien que tiene pareja estas chicas saben que no pueden esperar nada de ese hombre. No se involucran emocionalmente y no sufren cuando se termina. Aunque no siempre se pueden mantener los sentimientos de lado y sí hay ocasiones en las que estas mujeres terminan enamoradas del hombre casado, la razón inicial por las que entran en esta dinámica puede ser justo la falta de compromiso.
4. La adrenalina
De acuerdo con un artículo publicado en Psichology Today el sexo clandestino puede ser más emocionante. Algunas parejas buscan estas emociones teniendo relaciones en lugares diferentes (como la cocina o incluso el coche) y otras buscan estas emociones fuera de su matrimonio. Las mujeres que no tienen pareja estable en ocasiones encuentran esta adrenalina al acostarse con alguien casado o comprometido.
5. Porque puede
Algunas mujeres se sienten bien de saber que tienen el cuerpo, la belleza o la actitud necesaria para conquistar a cualquier hombre. Es un problema basado en la autoestima que muchas veces termina por hacerlas sentir peor a la larga, pero para algunas chicas es la mejor forma que conocen de sentir un levantón de ánimo.
Al final no son ellas “las del compromiso” y por eso justifican ser cómplices del hombre que engaña a su esposa, pero al final la raíz del problema siempre será ese hombre que decide mentirle a la persona con la que decidió casarse aún si su engaño puede terminar con su matrimonio.
Si estás en una situación donde tienes la oportunidad de involucrarte con un hombre casado te recomiendo de todo corazón que no lo hagas. No hagas a otros lo que no quieres que te hagan a ti es una excelente filosofía. Pero si fuiste tú la engañada, no te desquites con la mujer que se metió con tu marido, piensa en que el compromiso siempre fue de él, y tu esposo fue quien decidió meter a una tercera persona tu matrimonio. Dejemos de insultarnos entre mujeres por acciones que en su mayoría tienen que ver con la falta de compromiso de nuestra pareja.