4 hábitos de malas relaciones que debes romper

Si últimamente sientes que has salido con varios chicos pero por alguna razón desconocida todas tus relaciones terminan en llanto es posible que estés cometiendo alguno de estos 4 pecados capitales del “dating” al principio de la relación. ¡Evítalos a toda costa!

1. Pensar que la cosa mejora

Si llevabas mucho tiempo soltera es posible que caigas en este ritual de “darle tiempo”. Tal vez después te acomodes mejor, el entienda que eso que hace no te gusta, te sientas más familiarizada con él…  Si al principio la cosa no se siente perfecta, mucho menos lo hará después. Hay momentos en todas las relaciones en los que pequeños desacuerdos recurrentes o un cambio inesperado (como la visita semipermanente de un familiar) te pueden causar problemas. Eso es normal, pero esperar que el chico con el que sales mágicamente se convierta en otra persona es una pérdida de tiempo.

2. Cortan y vuelven

Esto es una verdadera enfermedad de las relaciones. Si pasa una vez por un pleito fuerte, está bien, pero si sucede cada fin de semana que te quieres ir de fiesta con tus amigas es destructivo, desgastante e innecesario. Asegúrate de que los cortones cuenten y si definitivamente no puedes pasar un mes sin cortar este puede no ser el chico para ti.

3. Te cuidas demasiado

Nos referimos a los sentimientos. Si te han hecho daño tantas veces antes que lo único que esperas de una relación es el momento en el que él te va a dejar, sin duda va a suceder. Necesitas entender y apreciar las cualidades que te hacen ser una buena pareja, estar convencida de que él también las notará y confiar en que si no funciona de todas maneras valdrá la pena intentarlo.

4. Las carreritas

El “tren” no existe, no es algo que se te pasa o se te va. No empieces tus relaciones pensando que esta puede ser tu última oportunidad de casarte y tener hijos al mismo tiempo que tus amigas, porque incluso si el chico con el que estás empezando a salir tiene las cualidades que te gustarían en una pareja, y tú las de él si lo presionas lo harás pensar que no están en situaciones iguales de vida. No quiere decir que si le hablas de bodas y bebés lo “vayas a asustar”, sino que puede ser que él se sienta muy chico aún para dar esos pasos y prefiera no detenerte o estorbarte. Toma la vida con calma, conócelo y diviértete. Los segundos pasos se dan naturales.

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