¿Pondrías a tu pareja antes que a tus hijos?

Sabemos que una vez que tienes hijos tu mundo cambia, no hay amor más grande que el de una madre por sus pequeños, pero en ocasiones cometemos el error de poner a nuestros niños primero en todas las situaciones de la vida, cuando uno de los regalos más importantes que les podemos dar es una familia estable y feliz.

Esta es la filosofía de Heather Morgan Shott, quien escribió para YourTango algunos beneficios que tiene el darle prioridad a tu pareja, especialmente para tus hijos. Como ella explica, esto no se trata de robarles atención a los pequeños ni de descuidarlos de alguna manera, sólo de entender que un hogar feliz es el ambiente ideal para que ellos crezcan. Los padres de Heather se divorciaron cuando ella tenía 4 años, y estas pequeñas acciones la han ayudado a mantener su propio matrimonio.

1. “Lunas” de miel

Las vacaciones sin los hijos son una excelente forma de reconectar con tu pareja. Durante unos cuantos días las conversaciones pueden incluir otros temas además de los pañales y las guarderías. Sexo a cualquier hora, salir a bailar, comer en lugares bonitos… todo esto puede ayudar a sentirse como recién casados. No tienes que irte por mucho tiempo, un fin de semana de vez en cuando es más que suficiente, y tampoco quiere decir que no disfrutes de llevar a tus pequeños a la playa o a Disney, simplemente toma un tiempo para estar enamorada otra vez.

2. Mantenerse unidos

Los padres son una unidad que debería dar siempre el mismo mensaje a los hijos. Las parejas en las que uno de los dos trata de convertirse en el “favorito” dando permisos a espaldas del otro pueden presentar problemas más adelante. Necesitas siempre apoyar a tu pareja, y recibir lo mismo en las situaciones que realmente te importan, aun cuando no estén completamente de acuerdo. Habla de cosas como permisos y castigos en privado, para que puedan los dos siempre tomar la misma posición ante los hijos.

3. La cama es un santuario

Muchas parejas deciden dormir con sus pequeños en la cama de vez en cuando, pero considera tu cama como un santuario para la pareja, ese lugar donde platican de sus días y problemas, donde conectan y hacen el amor. Los niños deben tener su propio cuarto, y Heather sugiere que no les permitamos dormir con nosotros por las noches (que cuando sea hora de dormir, siempre se vayan a su propia cama), aun cuando de vez en cuando los dejes dormir contigo si tienen una pesadilla.

4. Respeta el tiempo del otro

No fuerces a tu pareja a hacer lo que tu niño quiere. En el caso de Heather, el ejemplo más claro ocurre a la hora de despertar. Ella y su marido no disfrutan de levantarse temprano, así que se turnan para despertar con su hijo de dos años. Sin embargo, hay días en los que el pequeño pide que sea el otro padre quien le dé el desayuno, pero es importante para ellos respetar las necesidades del otro y no ceder ante la petición del niño. Lo mismo ocurre cuando uno de los dos quiere ir al gimnasio o salir con sus amigos. La frase “tu hijo quiere” no aplica en su matrimonio cuando ambos acordaron otra cosa.

5. Los cumplidos

A todos nos gusta ser reconocidos por lo que hacemos o como nos vemos, por eso es importante que felicites o te emociones por tu pareja, sobre todo enfrente de tus hijos. Sean agradecidos el uno con el otro, no tomen nada por hecho, dense el tiempo de hablar bien del otro para sentirse necesitados y para que sus hijos lo noten. Un simple “muchas gracias por la cena” o “que guapo te ves hoy” puede ayudar tanto a la autoestima del otro como al sentimiento de seguridad familiar de tu pequeño.

¿Qué opinas de los consejos de Heather? Puedes leer el artículo original aquí.