6 cosas que las mujeres deberíamos dejar de hacer

Cosas que dejar de hacer
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Pareciera que todas las mujeres (por lo menos las que yo conozco y que comparten mi cultura occidentalizada) fuimos a la misma escuela.


Tenemos algunos “vicios” que cometemos como género que no siempre resultan en cosas positivas a lo largo de nuestra vida. Nuestras madres, quienes a su vez lo aprendieron de sus madres y así durante generaciones enteras, nos han pasado costumbres, hábitos y estilos de vida que tal vez sería bueno reconsiderar.


Aquí les dejo 6 propuestas de cosas que creo, a título personal y por experiencia de vida, que todas las mujeres deberíamos dejar de hacer:


1. Fijarnos plazos para acontecimientos importantes


¿Se acuerdan de los jueguitos en que te preguntaban cuándo te querías casar? Máximo 25… y ahora, a los 25, no sabemos ni qué está pasando en nuestra vida. El problema es cuando estos plazos no cumplidos nos generan frustración, y esto va en todos los sentidos. Ponernos plazos en cosas que no podemos controlar es pésimo para nuestra autoestima, tanto en cosas de pareja como profesionales o materiales. Una cosa es decir que queremos conseguir un aumento en un plazo no mayor a 6 meses y trabajar para lograrlo y otra es vivir frustrada porque te acercas a los 30 y no tienes 4 hijitos y un marido perfecto.


2. Perder tiempo en compromisos que odiamos


Muchas mujeres tenemos la necesidad de quedar bien con todo el mundo, por eso nos vemos obligadas a pasar tardes enteras con una “amiga” que no nos cae del todo bien, o somos incapaces de decirle que NO a esa persona que sólo nos roba la energía, sea amiga, familia o conocida.


Chicas, la vida es demasiado corta para desperdiciar el tiempo con personas y situaciones que no nos satisfacen. No todo es color de rosa y no todo lo que hagamos tiene que hacernos ultra recontra felices, pero ¿para qué invertir 3 horas de tu día con una persona que no te deja nada bueno cuando pudieras pasarlas con tus hijos, tu marido, tus verdaderas amigas o contigo misma? Una cosa es saber que tenemos responsabilidades con ciertas personas, que tenemos que ir a junta aunque no nos caiga bien el jefe o que tenemos que llevar a la abuelita al hospital aunque nos dé flojera, pero saber rechazar compromisos que no nos interesan es una inversión para nuestra vida.


3. No saber estar solas


Todo en nuestra cultura occidental nos dice que tener pareja es la ÚNICA forma de vida, por lo que sentimos que tenemos que tener a alguien al lado o vivir en la búsqueda. Sí, compartir la vida con alguien especial es maravilloso y muy satisfactorio, pero disfrutar la vida contigo misma también lo es. Muchas mujeres no sabemos estar solas y esto va desde no poder comer en un restaurante sin compañía hasta no soltar al marido infiel nada más porque no queremos vivir en una casa “vacía”.


4. Criticarnos


Nosotras somos nuestros peores críticos. Una cosa es tener ambición y buscar mejorar nuestra vida y otra es pasárnosla diciendo lo gordas, flacas, blancas, morenas, altas, flojas, impuntuales, inadaptadas, freaks, nerds, locas, golfas… (la lista es interminable) que somos. Conócete, quiérete, no importa si te auto etiquetas en ciertas cosas, pero jamás hables de ti como un defecto y jamás pidas perdón por lo que te gusta. Si eres fan de Twilight, ¡sé fan de Twilight! No hay gustos culposos, hay gustos diferentes. Y dejemos de criticar cada cosa de nuestro cuerpo y de nuestra vida, lo que digamos de nosotras mismas se queda en el aire, se queda en los oídos de las personas que nos rodean. Si no piensas que estás gorda, ¡no digas que estás gorda! No se vale mentir por convivir.


5. Juzgar la vida sexual de otras mujeres


Es parte del chip, las mujeres necesitamos opinar sobre la vida sexual y los hábitos amorosos de todas las mujeres del planeta. Y las opiniones conllevan un juicio de valor que nadie está en posición de hacer. Si no has caminado en sus zapatos no tienes idea del camino recorrido. Una cosa es saber, y directamente emitir una opinión a una amiga (“yo creo que no te deberías acostar con tu jefe porque te vas a meter en problemas”) y otra muy diferente es decir que fulanita es una golfa por acostarse con su jefe.


6. Comparar nuestra vida con la de otras


Cada camino es único, cada persona tiene sus propios retos, obstáculos, frustraciones y éxitos. Dejemos de comparar nuestra vida con la de otros, sobre todo via Facebook. Es terrible ver que la compañerita más fea que tenías en prepa ya se casó, es frustrante saber que la más rara de la carrera tiene un programa de tele en Miami, pero chicas, cada quien su vida. Es difícil, pero cada una tenemos nuestros propios logros y nuestros propios baches y lo que a ellas las hace felices no necesariamente te haría feliz a ti.


Y una de las peores cosas que las mujeres hacemos: decir a todo que sí. Aprender a decir que no es uno de los grandes retos de la vida, pero entre más pronto lo logremos,  más coherentes y auténticas seremos.

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