¿Qué es la hipersexualidad femenina?

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La reciente película del controvertido director danés Lars von Trier, Ninfomanía, destapó el interés por un tema tabú que, por desgracia, ha sido poco estudiado desde el ámbito de la sexología. Esta adicción al sexo ha sido un problema especialmente silenciado entre las mujeres, a pesar de que, según un estudio publicado en el Journal of Sexual Medicine, afecta a tres de cada cien féminas. No obstante, sólo el 0,8% de las mujeres admiten haber tratado su pulsión sexual, frente al 1,6% de los hombres, como subraya el estudio.

 

Dónde se rompe la línea

 

Los psicólogos la llaman hipersexualidad y aquí empieza la dificultad de abordar la cuestión y de definirla. ¿En dónde se rompe la línea entre la actividad sexual normal y la patológica? ¿Cómo se establecen los límites y a partir de qué parámetros? En realidad, dicen los expertos, se trata de una cuestión personal, sobre la que no se puede generalizar, ni siquiera en lo referente a los efectos psicológicos que puede ocasionar. Sin embargo, lo que sí está claro para los psicólogos es que cuando el sexo nos maneja a nosotros, y no al revés, nos encontramos ante un problema.

 

Cómo se determina la hipersexualidad

 

De acuerdo con Rory Reid, sexólogo de la Universidad de California y uno de los pioneros en este tipo de investigaciones, la hipersexualidad se define por la falta de control sobre uno mismo. Un impulso que nos lleva a mantener un elevado número de relaciones sexuales que, posteriormente, nos hacen sentir mal. “Las personas adictas tratan de corregir sus comportamientos sexuales pero no son capaces, por lo que se sienten frustrados y fuera de control”, añade el investigador.

 

Una patología en auge apenas estudiada

 

El problema de la adicción al sexo es complejo y, además de la falta de control, existen otros elementos que le dan forma. El primero de ellos tiene que ver con el recurso al sexo como una forma de respuesta al estrés, la frustración o el vacío existencial. Una suerte de huida hacia adelante que no hace más que incrementar sus consecuencias negativas sobre la salud mental así como su persistencia. Un círculo vicioso del que cada vez es más difícil escapar. Sobre todo cuando interfiere en diferentes aspectos de la vida privada, hasta el punto de acabar sacrificando cuestiones vitales importantes.

 

Y a pesar de todo esto, estamos ante una problemática apenas estudiada. De hecho, llama la atención que a pesar de afectar al 3% de la población femenina no esté incluida en la más reciente edición del manual de referencia de los trastornos mentales DSM-5. Esto se debe, según los autores, a la escasez de producción científica.

 

Posibles causas

 

Las causas de esta adicción, que se ha incrementado durante los últimos años, especialmente entre las generaciones más jóvenes, siguen siendo meras hipótesis. Entre ellas, la que más defensores atrae es la planteada por un equipo de investigadores del Kinsey Institute: se trataría de una reacción provocada por la ruptura del equilibrio entre la excitación y la inhibición sexual.

 

Una necesidad creciente de excitación sexual

 

Otras investigaciones realizadas por diversas universidades alemanas y publicadas en el Journal of Sexual Medicine, apuntan a que la frecuencia con la que se masturban las mujeres hipersexuales es mucho mayor que el promedio, por lo que se visualiza una mayor necesidad de excitación, posiblemente provocada por la generalización de la new porn culture entre las nuevas generaciones.

 

Cada vez más personas acuden a consulta

 

Aunque la especialidad psiquiátrica no quiere oír hablar de adicción al sexo, la realidad es que cada vez más personas acuden a consulta por no poder controlar su conducta sexual. La postura de los expertos en relación a la dependencia o adicción al sexo depende mucho de su especialidad. Mientras que la mayor parte de los psiquiatras consideran que está fuera de su ámbito, los sexólogos se declaran especialistas en su diagnóstico y tratamiento. Y en lo que la comunidad científica se pone de acuerdo, comienzan a surgir publicaciones relacionadas con el tema. De hecho, existe una revista monotemática llamada Sexual Addiction & Compulsivity: The Journal of Treatment & Prevention. Por algo será, ¿no te parece?
 

 

Aclaración:
El contenido mostrado es responsabilidad del autor y refleja su punto de vista, mas no la ideología de actitudfem.com

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