¿Tienes una relación en el trabajo?

Cuando se habla de relaciones tipo “amor en el trabajo” solemos imaginar la típica escena de la secretaria que se acuesta con el jefe, o de los compañeros de oficina que ligan, se enamoran y se convierten en pareja.

En Francia, por ejemplo, los romances en la oficina suelen ser bastante habituales. Según el sociólogo francés Ronan Chastellier, quien elaboró un estudio en 2011 que respaldaba esta tendencia, “la vida en el lugar de trabajo ha sido considerada durante mucho tiempo como una zona neutral, prohibida a los sentimientos y al amor.

Francamente, en realidad es más como un bar o un club nocturno, un lugar que ayuda a que la gente se encuentre”. Como muchos países europeos, Francia no tiene una ley que prohíba las aventuras en el trabajo, aunque muchas compañías obligan a sus empleados a garantizar que cualquier relación con un compañero no deberá repercutir en su rendimiento.

¿Es malo o bueno permitir los amores de oficina?

A diferencia de los franceses, numerosas empresas estadounidenses y no pocas mexicanas siguen incluyendo cláusulas que prohíben los amoríos en los despachos. Un sondeo realizado hace unos años en tres empresas ubicadas en la Ciudad de México reveló que, a pesar de estar prohibidas las relaciones amorosas entre compañeros de trabajo, la mayoría de los empleados había vivido un romance con un colega de la oficina. De los 60 encuestados, tanto hombres como mujeres, el 86.6% aceptó haber tenido un romance con un compañero, mientras el resto negó haber mantenido algún vínculo amoroso en su empresa. A la pregunta de si se sentían atraídos por algún compañero, el 93.3% respondió afirmativamente.

Sexo en la oficina

Un estudio recientemente publicado en el diario italiano La Repúbblica sostenía que las personas rinden más en su trabajo si tienen una aventura o un romance con un compañero. El informe indicaba que esto beneficia la salud, aumenta la productividad, hace a los trabajadores más creativos e imaginativos y genera buen humor.

El trabajo, agregaba el informe, ha dejado de ser una maldición bíblica y se ha convertido en el nexo que une a la pareja. Incluso, pueden darse casos de rechazo a nuevas ofertas de trabajo, incluso mejor pagadas, por no alejarse del objeto de deseo, con lo que así la empresa evita la fuga de cerebros.

Pasamos más horas en el trabajo

Largas jornadas laborales, proyectos que exigen formar equipos de trabajo, espacios más reducidos donde la convivencia se vuelve más cercana… todo esta dado para que los “affaires” se vuelvan más comunes y dejen de ser un tema tabú.

El periódico norteamericano Business Insider realizó la primavera pasada una encuesta entre sus lectores –2.500 participantes– en la que se desveló que la mayoría ya no demoniza este tipo de prácticas, se opone a que se regulen por ley y se ve suficientemente madura y capaz para manejarlas y controlarlas.

De hecho, según el estudio, el 54% de los participantes había tenido sexo en la oficina. Dentro de este grupo, la mayoría, un 70%, reconoció que la relación no tuvo ningún impacto en su vida laboral, mientras un 14 % admitió que le ayudó y solo un 4% se vio forzado a dejar el trabajo. Un 84% creía que el sexo con colegas debería practicarse con más frecuencia sin sufrir penalizaciones, aunque el 64% consideraba que las empresas no deberían dejar que los gerentes se involucraran a este nivel con los subordinados.

A ti, ¿qué te parece? ¿Alguna vez te ha ocurrido?

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