¿Sabes qué es la intersexualidad?

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¿Se acuerdan de aquellos tiempos antes de que el ultrasonido fuera la norma cuando los papás y mamás tenían que preguntar si su bebé era niño o niña inmediatamente después del parto? Para el 1.7% de la población la respuesta no siempre es tan sencilla. Algunas personas son intersexuales, esto quiere decir que nacen con una mezcla de rasgos anatómicos de ambos sexos, usualmente diferentes a su sexo cromosómico.

 

Anteriormente a las personas intersexuales se les conocía como hermafroditas, pero el término era muy ambiguo y generaba confusión porque se utiliza también para describir a animales y plantas.

 

Una de las condiciones más comunes es, por ejemplo, el síndrome de insensibilidad androgénica. En este caso la persona es genéticamente masculina pero resistente a los andrógenos, la hormona que normalmente desarrollaría tanto los genitales masculinos como los órganos reproductores y, en la pubertad, el resto de las características físicas que componen el género masculino. Cada caso es diferente, pero un caso particular es el de Dalea, una cantante de Nueva York. Ella tiene gónadas, pero también una vagina funcional para tener relaciones sexuales aunque no cuenta con matriz ni ovarios. Ella siempre se ha identificado como mujer, desde su nacimiento. Su madre que es enfermera notó que había algo diferente con su niña desde el primer día, pero muchos niños pasan muchísimo tiempo sin conocer la realidad de su anatomía.

 

Las características más visibles que pueden detectar esta diferencia desde edades muy tempranas son:

 

  • Genitales ambiguos
  • Micropene
  • Fusión parcial o total de los labios genitales
  • Testículos no descendidos en los niños (que pueden ser ovarios)
  • Masas en la ingle de las niñas (que pueden ser testículos)

 

Otros niños se dan cuenta de que son diferentes en la pubertad cuando esta no llega o cuando provoca cambios inesperados.

 

Para algunos niños este problema no es tan serio, pueden tener vidas sexuales activas sin necesidad de cirugías y no requieren que se extirpe alguna parte del órgano reproductor porque no se ve y no estorba, pero para otros implica que, en el caso de algunas niñas, se tenga que realizar una operación para abrir o terminar de formar la vagina, o en caso de los niños darle funcionalidad al pene.

 

Aunque anteriormente se realizaban operaciones para “normalizar” los cuerpos a niños desde muy pequeños, ahora un grupo de personas intersex están abogando por que la decisión de eliminar una parte del cuerpo del niño sea realizada por él mismo una vez que este tenga la edad adecuada para hacerlo.

 

Lo importante a recordar es que este problema rara vez es peligroso para la salud, pero puede provocar problemas de identidad y depresión en los niños si no se habla con ellos al respecto.

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