Las peores vergüenzas durante el sexo

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El sexo es divertido, desestresante y hasta necesario para la vida, pero definitivamente no es tan glamoroso como lo vemos en las películas. El cine y la televisión nos hicieron pensar que el sexo es un acto súper coordinado y elegante (casi como bailar ballet) pero la verdad es que, siendo bien honestas, hay muchas cosas que pueden salir mal o causarte un poco de vergüenza durante el sexo.

 

Este no es un artículo de soluciones, más bien es como una nota de solidaridad para que sepas que si te ha pasado algo de esta lista, no estás sola.

 

1. Caerte de la cama

 

Quien ha tratado de tener sexo en una cama individual sabe que esto es más común de lo que parece. Un pie mal acomodado o un cambio brusco de posición y puedes terminar en el suelo. Si nadie se rompe nada, esta es una vergüenza muy positiva. La risa te hace cómplice de tu pareja, ¿y cómo puedes no reírte?

 

2. El vómito

 

Devolver el estómago nunca es glamoroso, mucho menos cuando lo hacemos delante de alguien más. Para empezar, el rugido de tiranosaurio es cero sexy y además es indicación segura de que algo anda mal.

 

Durante el sexo se puede dar por tres razones distintas, porque te sientes mal del estómago desde antes de comenzar (en este caso te recomendamos abstenerte hasta que te sientas mejor), porque se te pasaron las copas en la fiesta con tu chico y el movimiento combinado con la oscuridad y los ojos cerrados provocan una especie de camaloca máxima o durante el sexo oral.

 

Si te has pasado de “profunda” durante el sexo oral (algo muy común) seguramente sabes que puedes hacerte un poco para atrás y reanudar las actividades sin que termine en vómito, pero de vez en cuando sucede…

 

3. Que te cachen

 

Hay niveles de vergüenza en esta categoría que van del mínimo (tu mejor amiga) al máximo (la abuelita de tu novio). Que te abran la puerta a medio acto no es el fin del mundo, la carrilla de los amigos, la regañada incansable de tus padres o la angustia de cómo manejarlo con tus hijos es el verdadero problema.

 

Claro que también existe el típico “sexo en la vía pública” que termina, si bien te va, con una buena multa.

 

4. Cuando los días rojos no avisan

 

Sucede, es común, no te mortifiques. Hay quien se da cuenta de que la madre naturaleza llamó temprano justo antes de comenzar (o inmediatamente después). Es penoso porque no es planeado, y hay mujeres que no se sienten cómodas teniendo sexo durante su menstruación.

 

5. No cabe

 

No todos los centros embonan. Esto es un hecho que rara vez nos mencionan en los medios. Hay cuerpos que no “van”, pero muchas veces te puedes ayudar de un poco de lubricante. (De esta te puedes safar diciéndole que es demasiado grande. Nadie se puede sentir mal por eso). Este punto nos da pie al siguiente…

 

6. ¿Ya entró?

 

Piénsalo, esta pregunta puede ser bastante vergonzosa para tu chico. Sabemos que el tamaño no importa, pero hay cosas que uno no debería de tener que preguntar.

 

7. Ahí no es

 

Un resbalón nos puede pasar a todos, y que tu chico termine en la salida en lugar de en la entrada cuando no es planeado puede sacarte momentáneamente de onda (e incluso doler). Tómate unos minutos para recuperarte pero recuerda lo más importante: cambiar el condón para no introducir bacterias en tu vagina. 

 

8. El gas

 

Ah ese maldito gas incontrolable del que todos los seres humanos somos prisioneros. En ocasiones puede hacer su aparición en los peores momentos. Esto también es más común de lo que crees.

 

9. La urgencia

 

Cuando tienes que ir al baño, tienes que ir al baño. A veces crees que te vas a poder aguantar, pero la verdad es que ni siquiera disfrutas el sexo si en todo lo que puedes pensar es en hacer pipí.

 

Levántate y ve. No vale la pena la incomodidad (evítate otro tipo de accidentes). 

 

10. Golpes y raspones

 

Te están jalando del cabello y de pronto te sueltan y terminas con un cichón en la cabeza, o le estás dando la espalda a tu chico y él se agacha en el mismo momento en el que tú te levantas y alguien termina con la nariz sangrada. Dedos rotos, espaldas raspadas, cabezas golpeadas, de todo pasa durante el sexo. Es un deporte de contacto, y en los hospitales lo han visto todo. Este punto sí, para que veas, a todos nos pasa.

 

Si tienes una pareja estable, nada de esto es demasiado grave. Son cosas que pasan (más seguido de lo que crees). Algunas son muy desagradables, otras pueden ser graciosas, pero todas le han pasado al menos a una persona que conoces (te lo garantizamos).

 

¡Cuéntanos tu momento más vergonzoso durante el sexo!
 

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