Sólo quiero alguien para acurrucarme

Sólo quiero alguien para acurrucarme
Sólo quiero alguien para acurrucarme
Recibe lo mejor de nuestro contenido en tu correo SUSCRÍBETE

Al hacer click en Suscribirme quedarás registrad@ a nuestro boletín el cual podrás cancelar en cualquier momento.

 

Recientemente llegué a la conclusión de que, cuando se trata de mi vida amorosa, todavía no sé muy bien lo que quiero. Es más, quiero muchas cosas diferentes, dependiendo del día, la hora, el minuto y por lo general esas cosas entran en conflicto.

 

Por un lado, me encanta ser soltera y tener la libertad de acostarme con quien quiera (mientras ellos quieran acostarse conmigo, obviamente). Los últimos años de soltería me han permitido explorar diferentes lados de mi sexualidad con la ayuda de diferentes parejas y en la cama soy mucho más camaleónica de lo que jamás hubiera pensado. Sin embargo, también deseo el compromiso, la monogamia, la diversión y el crecimiento que se da con el desarrollo de una verdadera intimidad con una pareja a largo plazo.


Aun no he encontrado esa pareja, así que mientras sigo abierta a la posibilidad de conocerlo, me siento contenta con tener más de una relación casual. Pero mientras espero pacientemente por el amor y tengo sexo cuando quiero, hay una cosa que hace falta, algo que extraño más a que un novio que llegue a mi casa o a un pene que esté listo para coger:


ACURRUCARME.


Soy un monstruo del acurruco. Podría cucharear toda la noche. Mi cabeza se siente en casa sobre el pecho de un hombre, su corazón retumbando en mi oreja, nuestras piernas entrelazadas, aun cuando el calambre en mi cuello empeora y su brazo se duerme bajo mi cuerpo. Yo/nosotros no necesitamos estar desnudos. Ni siquiera tenemos que ser dos personas que tienen sexo, de verdad. Podría acurrucarme por horas en el sillón, viendo TV, hablando, en silencio, comiendo chatarra, lo que sea. Sólo me encanta acurrucarme.


Aunque es extraño porque no soy la persona más cariñosa (físicamente). No doy grandes abrazos, siento raro de besar a las personas en la mejilla porque nunca sé si va ser uno, dos, o Dios no quiera, tres, y las únicas manos que de verdad, de verdad, me interesa tomar son las de los pequeños bebés que me agarran los dedos.


Nunca he sido la chica que se acerca mucho a sus amigas o que le dice a todos y a su mamá “Te quiero”.


Pero maldita sea, me encanta acurrucarme. Me encanta la sensación de los brazos de un hombre grande y fuerte a mí alrededor. Y por cierto, básicamente todos los brazos se sienten grandes y fuertes en mí cuando estamos atrapados en un abrazo-cuchareo; no necesitas estar todo musculoso para ser mi acurrucador de ensueño.


Mi acurrucador de ensueño se quiere quedar, en vez de quitarse se ajusta cuando su brazo se empieza a acalambrar y coloca su mejilla sobre mi cabello mientras me dice que huele bien. Extraño acurrucarme con alguien. Me decepciona que cuando las cosas van bien con un chico, el sexo es genial y me pongo en modo “TIEMPO DE ACURRUCARSEEEE”, él sea todo “Sí, no, eso no es lo mío”. Mi cara literalmente se trasforma en el emoji más triste que exista.

 


Si me siento lo suficientemente cómoda contigo, te voy a obligar a que te acurruques conmigo. Un fuck buddy mío sabe que cobro un impuesto de 5 minutos de acurrarse por cada vez que nos acostamos (seamos honestas, es un gana-gana para mí. “Acurrúcate conmigo”, ordeno, hasta que él se acomoda detrás de mí con un suspiro exagerado. “Cinco minutos, ya sabes cómo es”.


Carajo, no me importaría ser la cuchara de afuera. Está bien. Soy lo suficientemente segura si tú lo eres dude.


Mi perrita Lucca hace todo lo posible por satisfacer mi necesidad de acurrucarme, pero su cuerpo calientito de 10 kilos que duerme a mi lado, mientras que es maravilloso (especialmente desde que me permite checar su respiración una o dos veces por la noche como la mamá de perros loca que soy), no es lo mismo por obvias razones.


Ella es un perro y esto se trata del contacto humano-a-humano. ¿Entonces qué tiene que hacer una chica? No quiere un novio sólo por los acurrucos, aunque sí pienso que si encuentras a alguien cuyo cuerpo se acomoda perfectamente al tuyo, deberías considerar eso como una señal de que hay algo especial entre ustedes. No lo es todo, pero definitivamente es algo.


Y los fuck buddies no son necesariamente mejor para acurrucarse, porque yo asocio los acurrucos con intimidad y sentimientos. A los fuck buddies les aterran los sentimientos, pero no es que yo los tenga, sólo que siento una necesidad de acurrucarme, ¡que tiene que ser satisfecha!


Aun cuando puedo orillarlos a eso, no es lo mismo a que cuando alguien realmente quiere hacerlo, acurrucándose con todo hasta que uno de los dos dice, “Ugh, ok, creo que es momento de que nos levantemos y enfrentemos al mundo”.


Así que sí. Lo que estoy buscando en una relación sigue cambiando. Pero cada noche me voy a la cama pensando en qué momento tendré alguien para acurrucarme, y cada mañana, me despierto un poco triste porque no hay una brazo alrededor de mi cintura y alguien que me susurre al oído, “Cinco minutos más”.


(via: The Frisky)

Compartir en Facebook compartir en twitter, se abrirá en otra ventana Compartir en Pinterest Agregar a favoritos Enviar por correo electrónico