Tampones y toallas para todas….

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Para ti y para mí comprar tampones o toallas sanitarias es lo más habitual y normal para protegernos en nuestro periodo menstrual. Sin embargo, para muchas mujeres del mundo, este tipo de productos son un lujo que no pueden costear, lo que violenta sus derechos en el tema de la higiene menstrual.


Así, niñas y mujeres de todo el mundo, especialmente de países en vías de desarrollo quedan expuestas a todo tipo de infecciones provocadas por la falta de higiene en estos días, pues no pueden adquirir tampones o toallas sanitarias.


Y todo esto porque los gobiernos aún no reconocen a la higiene femenina como un problema de salud público. The United Nations y Human Rights Watch luchan desde hace varios años porque los gobiernos reconozcan la higiene menstrual como un derecho de las mujeres en todo el mundo.


Y es que en África, por ejemplo, UNICEF estima que 10% de las niñas del continente no asisten a la escuela durante sus periodos, además de que muchas mujeres perdieron sus trabajos por no asistir en esos días y se incrementaron las infecciones vaginales por el mismo problema.


Para muestra, un estudio mostró que 73% de las mujeres que trabajan en las fábricas en Bangladesh faltan a sus trabajos durante los 6 días que dura su periodo al mes. Y es que pese al esfuerzo de organizaciones como LunaPads, Pads4Girls y She que obsequian productos higiénicos, aún no es suficiente.


Pese a que EEUU es un país desarrollado, adquirir tampones o toallas sanitarias puede ser un gran problema para algunas mujeres, especialmente aquellas que están en prisión, en donde muchas veces no pueden conseguir estos productos.

 

Por si fuera poco, en Reino Unido, por ejemplo, los tampones son considerados productos de lujo, con un 5% más de impuestos pero los rastrillos para afeitar que usan los hombres no entran en el catálogo de este sector. ¿Qué incongruencia, no?


¿Hasta cuándo los gobiernos entenderán que estos productos sanitarios son vitales para la salud, y que ayudan a que las mujeres y niñas de todo el planeta puedan llevar a cabo sus labores al cien?


Concluyo con las palabras de Jyoti Sanghera, jefa de la oficina de los Derechos Humanos de la ONU en la cuestión Económica y Social sobre la el tema de la falta de acceso a productos de salud:


Una violación a diversos derechos humanos, el más importante de ellos: a la dignidad humana.

 

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