¿Árboles que producen luz?
¿Se imaginan un árbol que además de producir oxígeno produzca luz? ¿Se imaginan que además pudiera producir la suficiente luz como para iluminar una carretera?
Parece tomado de un cuento de ciencia ficción pero no lo es... Y nuestros amigos de Swagger nos cuentan cómo pasó:
El año pasado surgieron un par de ideas similares: plantas que brillan en la oscuridad. Glowing Plants de Genoma Compiler obtuvo financiamiento en Kickstarter en mayo del año pasado y Bioglow presentó su Starlight Avatar (en honor a la vegetación de la película) en enero de 2014.
Tenían en común su plan a largo plazo, iluminar carreteras con árboles en lugar de luz eléctrica. Y Bioglow ganó la competencia, al menos de acuerdo al creador del concepto, Daan Roosegarde.
Roosegard es un diseñador holandés que dice que es experto “en soñar” y no exagera. Sus proyectos son tan fuera de este mundo que sólo pueden tener una explicación onírica. Uno de ellos apareció en Swagger hace tiempo, un sofisticado vestido traslúcido que se ilumina cuando su usuaria suda. Otro de ellos es una pista de baile sustentable que produce energía. Y este último consiste en plantas genéticamente modificadas para integrar luciferina a su estructura molecular, el químico que hace posible que las medusas produzcan luz.
Gracias a una sociedad con el fabricante de caminos Heymans y el gobierno de su país, la carretera de los sueños de Roosegarde será una realidad dentro de dos semanas. Constará de un kilómetro que estará iluminado entre seis y ocho horas durante la noche. La idea a largo plazo es que sean tramos mucho más grandes y que los árboles además estén cubiertos con pintura sensible a la temperatura para que les indiquen a los conductores la temperatura al aire libre.
¿Sorprendido? Hay más. El Studio Roosegarde creó una enorme aspiradora de smog que el diseñador planea probar en la sumamente contaminada Shanghai. La próxima semana tiene una audiencia de unos minutos con el primer ministro Chino. De hacerse realidad, no solamente ayudaría a limpiar el ambiente, sino a poner bellos anillos de compromiso sustentables en dedos de emocionadas señoritas. El equipo encontró una manera durante el proceso de embotellamiento del smog, de convertirlo en diamantes. Por cada piedra preciosa, el comprador estaría ayudando a limpiar 1000 metros cúbicos de aire fresco.
¿Te imaginas?
Seguiremos al pendiente de los siguientes pasos de Roosegarde, prometido.
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