La Crisis en Facebook

Eran las 7 de la mañana y Chloè ya tenía el whatsapp lleno. Aparentemente el mundo, su mundo, se había despertado en crisis. Eran mensajes de Mara, Cam, Kia y Julie, todas al mismo tiempo ¿el culpable? Facebook.

Aunque todas agradecían no haber pasado su adolescencia en las garras de esta red social, igual las tortura día con día, ¿A quién no?

¿La razón? El sapo de Chloè había publicado fotos con su nueva conquista. En su deber de amigas defensoras, lo primero que hicieron fue avisarle, pero la nueva conquista del sapo no solo era alguien que Chloè conocía, si no la compañera de la maestría del sapo –quien por cierto se dedicó a criticarla y a hablar mal de ella mientras aparentemente también salían-

Chloè maldijo el momento en el que animó a todos para que fueran amigos en Facebook. Ahora todos los días, directa o indirectamente, se enteraba de la vida del sapo. Era como si Facebook filtrara los posts más dolorosos y los restregara en su cara o mejor dicho en su timeline.

Su parte paranoica consideró la posibilidad de una conspiración de parte de Facebook en su contra, su parte “madura” no le permitía borrarlo ¡va a pensar que seguimos en la secundaria! Decía al “escuadrón de solteras” mientras ellas movían la cabeza en forma desaprobatoria, Chloè se rehusaba a ponerle punto final a su crisis.

¿Pero quién era el escuadrón de las solteras para juzgar a Chloè? todas habían tenido en su momento una Crisis en Facebook.

Kia, por ejemplo, tuvo un “karma” inmediato. Acostumbraba stalkear a diario a su sapo en turno pero un día, gracias a los constantes cambios y “mejoras” de Facebook, se equivocó y en lugar de escribir el nombre del sapo en el buscador, lo puso en la barra de “Qué estás pensando”; como era una búsqueda habitual, no nada más apareció el nombre automáticamente si no que Facebook le hizo el “favor” de taggearlo automáticamente… sobra decir que las explicaciones, excusas y pretextos no fueron suficientes para borrar la etiqueta de “stalker” de la cabeza del sapo de Kia.

Fuente: Ronnie Arias

Julie no se queda atrás… pasó semanas enteras borrando su pasado en Facebook cuando encontró a su actual sapo A.K.A marido. De pronto en un parpadeo, su juventud acelerada de la que Chloè, Mara y Kia habían sido testigos – y partícipes- desapareció y con ella una parte de la esencia de Julie. Esta fue su crisis, perderse.

Pero la experta en el arte de stalkear es Mara, basta con un nombre, un apodo o un dato mínimo y ella te puede decodificar hasta su ADN, Chloè y Cam constantemente se asustan pensando: “menos mal que no queremos esconderle nada”. No importa si el stalkeado en cuestión no es parte de sus amigos, la tiene bloqueada o no tiene Facebook –en cuyo caso Mara aconseja desconfiar de inmediato- ella encuentra “algo”. Pero no por ser experta Mara se ha salvado de tener la Crisis en Facebook.

Su mayor pesadilla se volvió realidad el día que perdió su teléfono y con él sus secretos, sus conversaciones y una que otra publicación “oculta”. De alguna manera extraña que el escuadrón de las solteras aun no logra descifrar, el teléfono terminó en manos de su sapo de pantano y la relación también. Después de meses de peleas y chantajes Mara terminó su relación si bien no era del todo inocente queda claro que el que busca, encuentra. O mejor dicho, el que stalkea entra en crisis.

By @AnaQueconQue
“No estás totalmente vestid@ sin una sonrisa”
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