Síndrome de fatiga informativa

Fatiga informativa, demasiada información
Fatiga informativa, demasiada información
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¿Sientes que a veces te abruma tanta información? ¿Te sientes paralizada ante tantos datos, cifras, nombres, textos y un largo etcétera? Es probable que seas víctima de un nuevo padecimiento llamado Síndrome de Fatiga Informativa.

 

El psicólogo David Lewis creó no hace muchos años, este concepto en su informe Dying for information? elaborado para la agencia de noticias Reuters.

 

Ocurre en personas que tienen que lidiar con toneladas de información procedente de libros, periódicos, faxes o correos electrónicos, entre otros documentos, y que provoca parálisis de la capacidad analítica, ansiedad y dudas, además de conducir a malas decisiones y conclusiones erróneas.

 

Dos tercios de los 1.300 profesionales entrevistados por Reuters achacaron al estrés producido por manejar altos flujos de información daños en sus relaciones personales, baja satisfacción laboral y tensión con sus colegas.

 

El exceso de información es más perjudicial que provechoso

 

Según el Dr. Jorge Franganillo, profesor de Información y Documentación de la Universidad de Barcelona, durante siglos hemos asociado más información a más libertad. Sin embargo, hoy día, no por tener más donde elegir tenemos más libertad ni estamos más satisfechos.

 

“La información es imprescindible en la vida moderna, pero en exceso es asfixiante y resulta difícil de procesar. Al final, más es menos".

 

El psicólogo británico Amir Khaki, de AK Consulting, lo corrobora y añade que un exceso nos puede incluso hacer menos productivos. Al estudiar el comportamiento de un grupo de ejecutivos, el experto comprobó que la consulta continua de la BlackBerry aumenta el estrés y reduce la productividad.

 

Uno de los sujetos del estudio tardaba el triple de tiempo en rellenar impresos comunes por la constante distracción de su teléfono inteligente.

 

Se maneja mucha información pero de manera superficial

 

La superficialidad es otra de las posibles consecuencias del maremágnum actual, como señala el escritor Nicholas Carr en su libro Superficiales.

 

¿Qué está haciendo Internet con nuestras mentes? Carr, licenciado en Literatura, advirtió que su capacidad de concentración en la lectura de textos largos era cada vez menor.

 

La causa: su actividad multitarea, atento a la vez a la web, el Twitter, el teléfono, el Skype, o el Facebook, por no mencionar toda la avalancha de redes sociales y blogs.

 

Aislarse de la computadora… para “desinfoxicarse”

 

Los expertos señalan varias maneras de “desengancharse” del tsunami informativo y cibernético.

 

  • Ahondar en el trato humano y pausado
  • Adoptar un hobby alejado de los gadgets tecnológicos
  • Salir a la calle
  • No dedicarse a leer y contestar el correo en cualquier momento, sino solo a determinadas horas de la jornada laboral, de manera que sea una parte de tu agenda y no te interrumpa constantemente.

 

La avalancha de información se puede gestionar mejor si establecemos prioridades, señala Franganillo. “Hemos de tener claro qué temas nos interesan, centrar la atención en pocas áreas y procurar que sean lo bastante concretas. No se puede pretender estar al día de muchos temas o de temas demasiado amplios”.

 

La buena información, la relevante, "desinfoxica".

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