Esto pasa cuando decides ser la otra

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Salvo contadísimas excepciones a la regla, la historia irá así:


Conocerás a un tipo, amigo de tus amigos o en la oficina o en una fiesta, con el que sentirás una química increíble. Probablemente te guste mucho físicamente (o tal vez no tanto… al principio) pero seguramente tendrás una plática súper interesante, coincidirán en muchas cosas, tendrán intereses similares y hasta harán el mismo deporte o verán la misma serie de TV en ese momento.


Este chico te hará sentir esas mariposas que hacía mucho no sentías pero sobre todo, te hará sentir especial… Te hará sentir como que eres la única mujer con la que puede hacer esto o hablar de aquello.
Y luego te vas a enterar que tiene novia (o esposa, en el peor de los casos).

 


Y tu cerebro te dirá que te alejes, que no le vuelvas a hablar, que no vale la pena seguir encendiendo una chispa que le pertenece a alguien más. Pero tus mariposas seguirán emocionándose cada vez que te hable… y entonces pensarás que, si se siente tan bien, no puede ser tan malo.


Si tienes la mala suerte de convivir diario con él… Este proceso se acelerará al 1000%, porque la convivencia es traicionera. Él te seguirá hablando todo el tiempo, como si no estuviera haciendo nada malo, porque en realidad, no ha pasado nada. Son 2 adultos que tienen una plática súper interesante, pero en el fondo, tú sabes que cada chiste del que te ríes y cada sonrisa que le regalas te acercan al momento en el que tendrás que tomar una decisión definitiva.

 


Y el momento llega… Cruzarán una línea, aunque no sea física: habrá una frase, una mirada, una foto, una caricia, algo que te hará saber que estás a punto de quemarte. Ese algo que, si su novia viera, no perdonaría.
Tu cerebro te dirá que estás a tiempo, que no has hecho nada malo, que puedes frenar esto… pero alguna estúpida mariposa te estará mal aconsejando cada vez que él te diga que eres la única persona con la que puede platicar de esto o la única mujer que lo ha visto llorar o la única mujer que realmente lo entiende.


Él, por alguna razón incomprensible, te hará sentir especial, te hará creer que contigo vive cosas que no vive con su pareja y que tienes algo que él prácticamente necesita para respirar. Todo mientras sube fotos con su novia el fin de semana.


Pero te harás de la vista gorda y la primera foto dolerá pero la segunda dolerá menos y así hasta que hasta las busques enfermamente mientras la criticas como si ella fuera la enemiga. Tus amigas te dirán que no lo hagas, que te salgas de esa historia, que no te conviene, que no es lo que tú quieres, que te mereces algo mejor… Pero tus mariposas engañadas hablarán más fuerte.

 


Hasta que llega el día en el que tomarás la decisión de quemarte… Lo harás sabiendo que estás tomando una mala decisión, una que tal vez ya habías tomado en el pasado y de la que te habías arrepentido, una decisión que va a terminar mal.


Pero te acuestas con él.


Y al principio todo es maravilloso… Y lo harán en cada esquina, en cada rincón, a cada minuto que pueden. Te tratará como princesa, como reina, como la mejor mujer con la que ha estado. Te dirá que eres la mejor en la cama, que nadie lo había acariciado como tú. Y te lo vas a creer.


Te vas a emocionar cada vez que te cuente que se peleó con su novia… Cada cosa mala que ella haga se sentirá como una pequeña victoria dentro de ti porque sentirás que estás conquistando su terreno, que cada pelea de ellos te acerca más a él.

 


En el fondo empezarás a albergar la esperanza de que la deje y esté contigo… Pensarás que eres la mujer que él necesita y te alabarás a ti misma cada vez que consigas algo que lo haga feliz porque te reafirmará la idea de que tú y sólo tú podrás hacerlo feliz.


Pero él sigue subiendo fotos con su novia… Y a pesar de que te cuente de los millones de pleitos que tienen seguirá estando con ella. Hasta que tú empieces a desesperarte y a exigirle más tiempo, más intimidad, más espacios… Querrás que te acompañe a una fiesta o que esté contigo cuando algo te pase, pero él no podrá hacerlo porque estará con su novia.


Y cuando lo que antes era el mejor sexo se convierta en alguien que le pone límites y le reclama cosas empezará a alejarse. Empezará a decirte a ti los mismos pretextos que le decía a su novia cuando le mentía para verse contigo.

 


Las conversaciones en la noche se convertirán en silencios incómodos… Te sentirás mal de exigirle cosas pero al mismo tiempo querrás que te dé nuevamente todo eso que te daba al principio, esa sensación de ser lo mejor que tenía en su vida. Y cada foto que suba con ella ahora se sentirá como un fracaso tuyo… sentirás que cada pelea que ustedes tienen lo acerca más a ella.


Y así hasta que alguno de los 2 explote y decida alejarse… en el mejor de los casos escucharás a tu cerebro y tomarás la decisión que debiste haber tomado desde el principio: alejarte. O, se irá él a seguir su relación o se irá él porque cortó con esa novia y encontró otra.


La cosa es que estas historias nunca terminan bien… Lo he vivido yo y lo he vivido en muchas historias de mis amigas y nunca, nunca termina bien. Si tu relación empieza con mentiras hacia otra persona, si empieza a escondidas, en las sombras… No será nunca una relación positiva, ni una relación que te haga inmensamente feliz ni que te haga mejor persona.


Si sabes esto desde el principio y aún así decides entrarle… Adelante. Pero esto VA a pasar. Y si por alguna razón decides hacerle caso a este consejo ajeno y puedes experimentar en mi cabeza y en mis horribles decisiones, ¡gracias! Hazlo… porque de verdad te vas a ahorrar muchos meses de angustia.


Si está con otra… No es para ti.


¿Han vivido algo así? Cuéntenme en Twitter: @Caro_Saracho

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