No hay manual para esto: me enamoré en la pandemia y puede ser lo mejor que me ha pasado

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Todo noviazgo en sus inicios es único y por mucho que sintamos emociones similares, nunca se vive una nueva relación de la misma forma. 

Sin embargo, iniciar un noviazgo en pandemia es algo para que lo nadie nunca me pudo haber preparado. 

Por supuesto que no hay una sola persona que pudo haber anticipado que en 2019 una nueva enfermedad nos mantendría a todos aislados y con más temor de estrechar una mano que nunca, ya ni hablemos de besar a alguien. 

Pero ocurrió y en medio de toda la tragedia que esto ha ocasionado, yo encontré uno de los amores más bonitos de mi vida. 

Y por si todo lo anterior no fuera suficiente, la verdad es que la forma en que nos conocimos tampoco fue nada convencional, aunque dadas las circunstancias quizá sea menos extraño decir que nos conocimos por Twitter de lo que habría sido en la “vieja normalidad”. 

Nos seguíamos desde hace tiempo, pero aumentar nuestro tiempo en esta red social como único punto de encuentro de otras personas hizo que finalmente comenzáramos a hablar y después de un par de semanas de intercambiar mensajes todos los días, finalmente nos conocimos. 

Como buena millennial, tuve mi paso por las apps de citas y aunque ya dominaba el protocolo de estas, conocer a mi actual pareja por primera vez fue muy diferente y me llenó de nervios que no sentía desde hace años. 

Él también estaba nervioso y de una forma un tanto contradictoria, saber eso me hizo sentir en mucha más calma. 

Y por ello, ese primer encuentro no fue nada casual, de alguna forma ya nos conocíamos, los mensajes que nos mandábamos no eran solamente memes o mero coqueteo (aunque sí hubo mucho de ambos), sino que hablamos de lo que nos apasionaba, lo que pensábamos y lo que habíamos vivido. 

Así, no es de sorprender que lo primero que hiciéramos al ver nuestros rostros fuera abrazarnos, como una pareja que llevaba meses sin verse y no como una que se acaba de conocer. 

Un año después, me doy cuenta que esta relación no será como ninguna otra, pues debido a las circunstancias, desde un inicio pasamos días enteros juntos, “encuarentenados”, por llamarlo así. 

Nuestra vida social es mucho más limitada de lo que era antes de la pandemia y la vida laboral se pasó a la casa, por lo que podemos pasar todo el día juntos. Con esto, quiero decir que nuestra relación avanzó mucho más rápido de lo que cualquiera de mis otras relaciones lo han hecho

Puede ser algo surreal al hacer este repaso, pero la verdad es que este amor de cuarentena fue el resquicio de esperanza en medio de la tormenta que ha sido la pandemia y justo lo que no sabía que necesitaba.

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