Cuando te fuiste, volví a encontrarme

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Terminar una relación no es sencillo, pero romper con una persona tóxica, abusiva y que te hizo daño es realmente difícil.

Una vez que lo logras, el temor de que el trauma continúe contigo es real y, la verdad, no dejarlo ir significa que en realidad no has logrado superarlo.

A mí me tomó más de un año poder recuperarme de mi relación tóxica, pero ahora, a la distancia, una vez que analizas el dolor, trabajas con los demonios que te llevaron a estar con esa persona, la magia comienza.

Después de la tormenta siempre viene la calma.

Estar con una persona abusiva y tóxica puede hacerte sentir como estuvieras mentalmente rota, porque siempre exigen más y más de ti, pero vivir ese tipo de experiencias casi siempre te muestra cuán resistente eres realmente, y  las fortalezas que nunca supiste que tenías.

Por más que te intentaron romper, ya usaste mucho esa capacidad de recuperarte de la adversidad o los eventos difíciles. Ahora soy indestructible.

La empatía puedes ser un superpoder, pero también tu talón de Aquiles y eso muchas veces es lo que las personas que nos hacen daño utilizan.

Si eres demasiado empático con los demás, puedes comenzar a ver antes por otra persona que por ti, y entonces perder cualquier autocuidado.

Uno suele olvidar que debemos nutrirnos primero y principalmente antes de que podamos nutrir a alguien más, pero después de la ruptura, uno comienza a usar la empatía como un superpoder, y te das cuenta de que no necesitas cargar con la tristeza y la energía de todos los demás.

Ahora tengo una una nueva perspectiva para el amor

En la vida, todos estamos sujetos a ideas de cómo se supone que debemos actuar. Algunas personas serán más influenciadas por ellos que otras. Por ejemplo, las películas a menudo transmiten con claridad algunas de las dinámicas de poder a las que estamos expuestos.

Cuando vemos estas cosas sobre el comportamiento inapropiado constantemente en películas, dejamos de entender qué es el comportamiento aceptable.

Pero cuando sales de una relación abusiva, entonces adquieres una nueva perspectiva sobre lo que pudiste haber buscado antes para el amor de tu vida. Si te topas con una persona en el futuro que crees que podría lastimarte o actúa de una manera que te hace sentir incómodo, descubrirás que esa nueva perspectiva te hace más apta para defenderte.

Darte cuenta de tus propios límites en las relaciones románticas también ayuda en otros aspectos de la vida.

Después de sanar de una relación tóxica, te aseguro que podrás “pintar tu raya” y no permitir que nadie la cruce, incluso con personas de tu familia, grupo de amigos o hasta en el trabajo.

Conforme pasa el tiempo, te vas dando cuenta cada vez más de lo mucho que te hicieron daño y de lo mal que te trataron. Entonces, te das cuenta también de que ahora tienes y sabes poner límites, pues tienes una mejor idea del tipo de persona que realmente eres.

Una vez que somos realmente claros acerca de cuáles son nuestros límites, y dejamos de verlos como cosas malas, en realidad tenemos muy claro lo que es inaceptable.

Tenía que perderte para volver amarme

Hay una serie de señales de advertencia de que alguien no es una buena persona, pero definitivamente, cuando miras hacia atrás, con una perspectiva sobre una relación dañina, esto te permite identificar los rasgos que alguna vez te atrajeron hacia esa persona mala en primer lugar.

Quizás fueron misteriosos y cautivadores, y terminaron siendo narcisistas, así que conocer a alguien que te hace sentir de la misma manera que lo hizo tu abusador al principio es un código rojo.

Aunque primero parece que pasamos por una agonía, porque tu cuerpo ha sido esencialmente adicto al amor intermitente que el abusador te dio, con el tiempo, te darás cuenta de que eres mucho más fuerte, resistente, que has adquirido varios superpoderes y que eres capaz de encontrar a alguien que no te va a descartar por ser tú.

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