Con miedo y con mucho valor les digo: papás, soy bisexual y no quiero dejar de ser su hija

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Por mucho tiempo, 25 años para ser exacta, me convencí a mí misma de que era heterosexual. Me parecía lógico, evidente.

Me gustaban los hombres y eso nunca lo dudé, pero mentiría si dijera que nunca me sentí atraída por una mujer.

Pero cuando mi hermana salió del clóset, yo tenía apenas 12 años y durante las siguientes cinco vueltas al sol, viví uno de los momentos familiares más desgarradores de mi memoria.

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Cuando ella me lo dijo, lo recibí como un dato más de mi hermana, una confesión que nos acercaba y estrechaba nuestra relación, pero cuando mis papás se enteraron la corrieron de la casa y me quitaron a la única confidente de la familia que tenía.

Afortunadamente, eventualmente mis padres aceptaron su orientación sexual, pero hasta la fecha su relación nunca ha sido la misma y mi papá me ha sentenciado con desconocerme como su hija si “yo le salgo igual”.

Desde entonces, bloquee por completo mi atracción hacía las mujeres, declarando que si podía evitar los problemas con mi familia y, si de todas formas me gustan los hombres, eso me facilitaría la vida.

La verdad es que no ha sido así.

No solo me he sentido como un engaño frente a mi familia al esconder esta parte de mí, sino que además me siento infeliz y como una farsa conmigo misma.

¿Cómo puedo decirme bisexual si nunca he tenido una relación con otra mujer? ¿Cómo decirme heterosexual cuando sé que no solo me gustan los hombres?

Es como vivir en un limbo, siendo rechazada por todos y nadie a la vez. Ya ni hablar de entrar a las redes sociales y leer el odio que hay en ellas (y esto no se limita a los heteros, eh).

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Pero hace un año, cuando la pandemia me obligó a pasar aún más tiempo con mi familia y alejada del mundo, supe que ya no podía seguir así y aunque en ese momento fue solo para mí, aceptarme y nombrarme como bisexual se sintió como un alivio.

Aún no les he dicho nada a mis padres, pero confío en que mi propia fortaleza y el círculo de apoyo que tengo me ayudará a finalmente sincerarme con ellos y así poder finalmente sentirme completa en su compañía.

Y espero que los años, las experiencias y el cariño que me tienen sea suficiente para continuar siendo su hija.

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