La masturbación femenina es tan complicada que hasta hay talleres

¿Será mejor si lo hago por debajo del calzón? Tengo que estar bocabajo. No recuerdo si me lavé las manos. Ya no estoy sintiendo nada. ¿Será que necesito meter un dedo? ¿Debería comprar un juguete sexual?

Qué difícil puede ser masturbarte si eres mujer.

Y es algo complicado de verdad, tanto que tenemos que buscarlo en internet.

De hecho, “masturbación femenina” es un término de búsqueda constante en Google Trends, que además arroja tres resultados frecuentes: técnicas para hacerlo, cómo hacerlo y los beneficios de hacerlo.

(Dato curioso: si realizas la búsqueda en inglés, el porno es el tercer resultado.)

Así que es real: la masturbación femenina está chino o algo.

¿Por qué es tan complejo saber cómo tocarte si eres mujer?

Hay muchas razones –un poco ridículas para estar en pleno siglo XXI, la verdad–.

La masturbación aún es un tema del que no se habla. Porque masturbarte es solo por placer, y el placer está fuera de la educación sexual.

El tema también tiene muy mala fama. Aún se cree que está mal y, para la sexóloga Alessia Di Bari, a la masturbación se le da un peso que no tiene, cuando debería verse como parte natural del día.

Por otra parte, la información por lo general es poco clara. Por ejemplo, aunque las guías para masturbarte son muy comunes, las instrucciones suelen ser del tipo “piensa en algo, lubrica y entonces a darle”, pero todas sabemos que para nada es así.

¿Los órganos femeninos son más complejos?

Se lo preguntamos tal cual al doctor Gabriel Acuña Nava, médico ginecólogo del IMSS, y la respuesta fue un rotundo no.

“No, solo en estructura [los órganos femeninos] parecen [más complejos que los masculinos]”, dijo.

Luego explicó que simplemente, “la forma de masturbación cambia”. Entonces no, no debería ser más difícil masturbarte siendo mujer.

Tanto Alessia Di Bari como Fabiola Trejo coinciden en que esta complejidad se trata más bien de creencias socioculturales.

La masturbación femenina es tan complicada que hasta hay talleres

Fabiola Trejo, doctora en Psicología Social y la única mexicana certificada por la Fundación Betty A. Dodson para dar talleres de bodysex, se dio cuenta de un detalle importantísimo cuando de educación sexual se habla y por eso decidió enfocarse en el estudio del placer.

“El discurso de la sexualidad está muy clavado en la salud, que sí es importante, pero no nos damos cuenta de que esos grandes obstáculos respecto a la salud sexual empiezan culturalmente”, me explicó en un café.

En sus talleres de bodysex, ella acompaña a todas las asistentes en el camino de la apropiación del placer y de permitirse sentirlo.

¿Cómo diablos es un taller de masturbación?

Nunca te lo imaginarías. En realidad, son mucho más íntimos, personales y hasta introspectivos, donde haces un trabajo profundo de autoconocimiento.

No se trata solo de observar tus genitales, sino de verdad verte a ti, tus necesidades, tus deseos, tus anhelos, quién eres, a dónde vas.

De hecho, no es un simple taller, es un retiro de dos días.

“Trabajamos completamente desnudas, hablamos sobre nuestros cuerpos, sobre nuestros orgasmos, yo las voy guiando en una conversación, pero lo hacemos completamente desnudas, porque no podemos hablar del cuerpo si no ponemos el cuerpo”, así me lo describió Fabiola.

Y se pone el cuerpo desde el segundo uno, pues ella te abre la puerta sin ropa desde que llegas al retiro, porque “para hablar congruentemente sobre la libertad del cuerpo, tengo que estar libre en este cuerpo”.

Por supuesto que sí hay observación, porque como ella lo ejemplifica, no puedes tocar un instrumento sin conocerlo; luego se habla de temas como qué es un orgasmo, cómo se siente uno, o sea, el momento de resolver dudas.

Gracias a este momento de resolver dudas, se deconstruyen todos los mitos que traemos cargados de fábrica respecto al placer, a los orgasmos y a la masturbación, y entonces sí, manos a la obra con las técnicas para acceder a los orgasmos: movimientos, fantasías, respiraciones, con un control del cuerpo “que no puedes tener si no te conoces a ti”.

Pero Fabiola en realidad no te va a enseñar nada, ella solo te va a acompañar a que descubras lo que quieras descubrir sobre ti.

Masturbarte sí es difícil, pero no tires la toalla

“En su esencia no es difícil, pero la hacen difícil”, me dijo la doctora Fabiola Trejo.

Así que por más que lo parezca, no dejes de buscarte a ti misma, de permitirte sentir placer y de apropiarte de él, porque lo mereces.

Por último, hazlo por ti y por nadie más, y reflexiona en las palabras de Fabiola: “La masturbación no es para que sepas cómo llegar a un orgasmo y le puedas decir a otro cómo sentir placer. No es para otro. La masturbación es para ti”.