Diez consejos que nadie te dijo nunca para perder peso sin hacer dieta ni ejercicio

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Bajar de peso es algo que toma tiempo y requiere de cambios de vida más que de acciones momentáneas. Si quieres llevar un estilo de vida más saludable y perder algunos kilos sin hacer dieta, simplemente agregando ciertos pasos a tu rutina, te tenemos algunos tips que te pueden servir.


1. Duerme 8 horas


Un estudio realizado por la Clínica Mayo descubrió que dormir menos de 6 horas y media puede provocar que consumas hasta 500 calorías de más en el día.

 

2. Toma agua inmediatamente después de despertarte


Si lo deseas deja una botellita junto a tu cama para que sea lo primero que haces. Hidratarte después de 8 horas de no beber agua es importante, ayuda a iniciar tus sistemas con el pie derecho y mejora incluso la apariencia de tu piel.

 

3. Desayuna lo más pronto posible


Mientras más pronto desayunes después de levantarte, mejor. Así tu sistema digestivo comenzará a operar desde temprano. Este es el momento de comer un poco de carbohidratos (como pan integral) con mucha proteína (como huevos). No tengas miedo de comer un desayuno muy completo. Agrega una pieza de fruta y una taza de café para sentirte realmente satisfecha. Tienes todo el día para quemar estas calorías.

 

4. Pica todo el día (pero snacks saludables). 


Comer constantemente puede ayudar a tu metabolismo, sólo asegúrate de comer algo que no te engorde como las varitas de apio. Compra un ramito de apio, desinfecta y corta los tallos en varitas pequeñas y llévalas contigo en un frasco. Cada vez que sientas ansiedad o necesidad de masticar algo, come una varita (esto funciona también para dejar de fumar). No tiene mucho sabor, pero te entretiene la boca.

 

5. Todo lo que tomes rebájalo


A excepción del café y el té todas las bebidas se pueden beneficiar de ser rebajadas con agua o agua mineral. ¿Quieres tomar jugo de naranja? Sírvete la mitad de lo que normalmente tomarías y completa el vaso con agua mineral. Te da un sabor diferente (y la mitad de las calorías).

 

6. Cena a la luz de las velas


Parece mentira, pero un estudio realizado en la Universidad de Cornell descubrió que las personas que cenan con luz tenue consumen en promedio 174 calorías menos que quienes comen bajo luz fluorescente. Creen que tiene que ver con un detonante psicológico provocado por la luz fuerte (como la utilizada en los restaurantes de comida rápida) que te hace querer comer con más velocidad.

 

7. La diferencia entre el “no” y el “no puedo”


Decir “no puedo comer esto” es como si te castigaras por querer ser sana. Por eso en investigaciones descubrieron que las personas que dicen “no como azúcar” en lugar de “no puedo comer azúcar” o “no como comida rápida” en lugar de “no puedo comer comida rápida” tienen hasta 52% más fuerza de voluntad para evitar esas cosas que no ayudan a su plan alimenticio. Cuando alguien te ofrezca un antojo que sabes que no te conviene comer simplemente di: “no gracias, de eso no como”.

 

8. Deja de comer 3 horas antes


3 horas antes de acostarte, deja de comer. Eso quiere decir que si te piensas dormir a las 11 no consumas alimentos después de las 8.


9. Aprende a dejar comida


Haz el ejercicio de dejar siempre un último bocado en tu plato. Cuando somos pequeños nos enseñan a terminarnos todo antes de levantarnos de la mesa, pero si no te estás sirviendo las porciones adecuadas o si estás en un restaurante muchas veces tu plato tiene más comida de la que deberías consumir. Deja siempre al menos un bocado de cada cosa en el plato para que rompas el hábito que te está haciendo subir de peso, y cuando estés en casa sírvete cada vez menos hasta que tengas en el plato sólo una porción de proteína del tamaño de tu puño.

 

10.  Evita la sal y aumenta la pimienta


La sal provoca que retengas líquidos y te sientas (y te veas) más hinchada, pero condimentos como la pimienta previene que comas de más porque le da un sabor a los alimentos que te obliga a poner atención a lo que consumes. Usa pimienta, ajo, chile o cebolla para darle más sabor a la comida sin provocar que quieras comer de más.

 

Pon en práctica estos pequeños cambios y verás pequeñas diferencias que con el tiempo se pueden convertir en modificaciones sanas a tu estilo de vida. Comer bien, dormir bien, bajarle a la sal y comer sólo lo que te toca son costumbres fáciles de adoptar. ¡Empieza hoy mismo!
 

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