Carta a la insegura y berrinchuda adolescente que fui

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En marzo me entró la locura y me aventuré a escribirle a chicas adolescentes… No les puedo explicar lo complicado que es ser una pre millenial (de esos que nacimos entre 1985 y 1990), tratando de hablarle a las millenials de 2016, que definitivamente no tienen nada que ver con la adolescencia que yo recuerdo.

 

Para entender sus cabecitas me clavé en revistas, series, películas, libros… incluso empecé a usar Snapchat (y me siento como mi mamá cuando intentaba usar Facebook… pero síganme, soy bien divertida: CaroSaracho)

 

Así que esto se ha convertido en todo un viaje… de nostalgia, de sentimientos encontrados, de adultez. Hoy me siento mucho más cercana a los problemas de los papás que de los escuincles.

 

Y sí… estoy más cerca de decir “¡es sólo un vestido!” que de entender que ESE vestido es EL vestido que hará que ESA noche sea LA noche, con ese monito que juras es EL amor de tu vida.

 

A estas alturas ya no hay mayúsculas en mi vida… Es un vestido, para una noche con un posible ligue que tal vez no pase de la cena. En un sentido positivo. Conforme pasa el tiempo te das cuenta de que nada es tan determinante como creías… y supongo que entre más grande eres, cuando ya pasaste por muchos novios, un divorcio, amigas que no volviste a ver, trabajos, oportunidades, viajes y demás caes en la cuenta de que nada es determinante, todo es un constante fluir de la vida.

 

Así que, si hoy pudiera escribirle un artículo a mi yo de 15 años (y publicarlo en la revista TÚ, junto a Pregúntale a Sebastián y Trágame Tierra) me diría algo como esto:

 

  • Caerte enfrente de alguien, incluso en medio del antro o entrando a una fiesta no es un oso. No importa si el que te gusta está enfrente, si te ve y se ríe, no es un oso. Te caíste y punto, levántate, ríete de ti misma y sigue bailando. Los años en los que de verdad no te duela nada después de caerte son pocos, aprovéchalos.

 

  • No estás loca por aferrarte con uñas y dientes a esa amiguita que tu mamá odia… Vas a aprender algo de eso. Pero lo más probable es que tu mamá tenga razón y esa que juras es tu BFF (así con todo y slang adolescente) no durará en tu vida. No pasa nada, muchas mejores amigas se irán.

 

  • Va a doler darte cuenta de que tu mamá tenía razón… en prácticamente todo. Y no se lo vas a decir, hasta que tengas como 28. Luego, eventualmente, te darás cuenta de que te estás convirtiendo en tu mamá. No pasa nada.

 

  • Sí, estar gorda es horrible… Ser la más gorda de tus amigas será horrible toda la prepa, y tal vez algunos años de la universidad. Luego en serio en serio te va a valer. Siempre tendrás algunas obsesiones con el peso, pero eventualmente harás las paces con el espejo, con la talla de jeans, con la copa del bra y dejarás de compararte con tus amigas. Y te darás cuenta de que tu cuerpo funciona tan bien como cualquiera... y que ¡oh! cuántas cosas maravillosas puede hacer por ti, en la cama o en la calle, con lonjas y sin.

 

  • Compararte con tus amigas es lo peor que puedes hacer. Nadie sabe lo que es vivir en la piel del otro, incluso de esa amiga tuya tan bonita y flaquita y con la que todos quieren. Llegará un día en el que verás que las 2 son increíbles, especiales y hermosas, cada una a su manera y cada una para diferentes ojos.

 

  • Es horrible que el niño que te gusta quiera con tu amiga… Es más horrible no tener amigas. Siempre sé mejor amiga que novia. Ninguno de los niños que te gustan a los 15 seguirán en tu vida pasando los 20.

 

  • Deja de obsesionarte con el niño más guapo de la bolita… En 10 años estará pelón, gordo y puede que termine siendo el más loser de todos.

 

  • Bill Gates es el mejor ejemplo. Es tan cierto eso de que los más nerds terminarán siendo tus jefes que más valdría ser buena persona con todos ahora que puedes. Nunca sabes cuando tengas que pedirle trabajo al teto con la mochila al hombro y los pantalones horribles.

 

  • Disfruta de la música que escuchas con todas tus células… La forma en que la disfrutas hoy, pensando que nadie te entiende como esa canción y sintiendo que alguien puso en palabras lo que tú no puedes expresar, no durará muchos años. Después será sólo música. Increíble música… perfecta y maravillosa, pero nunca más será como en la adolescencia.

 

  • Te van a romper el corazón aún peor... Cada vez que lo vivas jurarás no volver a enamorarte, pero siempre lo harás de nuevo. Y va a volver a doler. Y será maravilloso. Llora hasta que te duela el estómago, no pasa nada. Las lágrimas nunca se acaban, sólo sabrás mejor por quién llorarlas.

 

Díganme en Twitter qué otro consejo agregarían: @Caro_Saracho

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