Por qué deberías llevar un diario de sueños (y cómo hacerlo)
La primera vez que tuve un sueño premonitorio fue a los 11 años: soñé que besaba al chavo de la clase de inglés del que estaba locamente enamorada. Unas semanas después, pasó. Desde entonces, cada vez que sueño que me doy unos besos con alguien (sea hombre, mujer o rana), ocurre después en la vida real.
Si llevara un diario de sueños, sabría exactamente cuántas veces se han cumplido mis revelaciones oníricas. Aunque nunca es tarde para empezar. Si tú tienes sueños amorosos, locos o raros, y te interesa empezar tu propia bitácora, éstos son algunos pasos que puedes seguir:
1. Prepara tu material
Elige un cuaderno lindo y colócalo en tu buró todos los días. Además, recuerda tener siempre a la mano lápiz o pluma. ¡No quieres que se te olvide el sueño mientras buscas con qué anotar!
2. Repasa tu día
Antes de dormir, piensa en las cosas que te pasaron: con quién hablaste, a dónde fuiste y cuál fue el evento más emocionalmente relevante del día.
3. ¡No te levantes tan rápido!
Cuando te despiertes, quédate quieta todo el tiempo que puedas. Antes de moverte, recuerda el sueño que tuviste.
4. Escribe en primera persona y en presente
Por ejemplo: “Estoy parada a la mitad de un cuarto vacío. Camino hacia la única puerta…”.
5. Anota los detalles
Escribe a quiénes viste, lo que hiciste y las emociones que experimentaste en el sueño.
6. Hazlo un hábito
Trata de anotar tus sueños todas las mañanas. Puede que, después de un tiempo, empieces a descubrir patrones y elementos repetitivos.
7. Cuéntaselo a quien más confianza le tengas
Cuando le platiques tus sueños a otra persona, puede que descubras cosas que olvidaste apuntar en tu diario de sueños. ¡Añádelas!
¿Te gustaría llevar un diario de sueños? ¿Se te ocurren más ideas para hacerlo? ¿A los demás también les pasa eso de los besos o soy solo yo?