‘No, amor, la vida no es fácil’, la hermosa carta que Edith González le dejó a su hija para los tiempos difíciles

‘No amor, la vida no es fácil’, el hermoso mensaje de Edith González a su hija
instagram/ @edithgonzalezmx1
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Edith González ingresó al hospital el 12 de junio de 2019 a causa de la enfermedad que la aquejaba desde 2015, un cáncer de ovario que hizo metástasis en el útero, la matriz y el epiplón.

Sin embargo, ese día ya no salió del hospital.

De acuerdo con lo relatado por la propia actriz, durante 2016, fue un fuerte dolor en la espalda baja  el que provocó que visitara al médico, más nunca imaginó que le darían tan terrible noticia: estaba invadida de cáncer.

Inmediatamente después supo que tenía que avisarles a las dos personas que más amaba en el mundo: su esposo, Lorenzo Lazo, y su hija, Constanza quien en ese entonces apenas tenía 11 años.

Era más doloroso tener que decirselo a ellos, que la propia enfermedad.

Decírselo a su esposo fue más fácil que a su hija. Constanza se enteró que su mamá tenía cáncer un día antes de que ella entrará a cirugía, estando de vacaciones con su papá en Madrid.

Edith sabía que este sería un golpe muy duro para su hija Costanza, quien también era su mejor amiga. 

Sin embargo, la fortaleza de su hija sorprendió a la propia actriz, quien no se cansó, en vida, de aplaudir la valentía y sabiduría de su pequeña.

‘Le hago un reconocimiento muy grande a mi pequeñita, Constanza. Ha sido una niña que cuando se le dijo que tenía cáncer, durante tres semanas se durmió a los pies de mi cama y no abandonó a su mamá. Es la cereza del pastel de mi vida’, dijo la actriz en entrevista para Don Francisco.

Sin duda Constanza vino a cambiarle la vida a Edith cuando ella tenía 40 años y ya se había hecho a la idea de que no sería madre.

En su hija encontró el motor para seguir luchando. La enfermedad la hizo consciente de que tarde o temprano no estaría más para ella y por ello le escribió una hermosa carta de amor para darle fuerza cuando ella no estuviera y para que en los tiempos difíciles encontrara consuelo:

‘Un día anunciaste tu llegada, dominando mi cuerpo, transformándolo. Sin falsos sentimentalismos sentí tu crecimiento. Tu llegada fue fuerte, delicada, esperada, hermosa. Al surgir de mi vientre me hiciste entrañable, me hiciste madre. Y yo pude sostener en mis brazos a un ser que, sin sospechar las profundidades de la maternidad, ingenuamente pensé podría moldear. Poco a poco me has enseñado que los padres no podemos más que aspirar a ser guía, en el mar inmenso que es la vida. Este mar que amas y del cual te ha tocado surfear grandes olas y de cada reto sales con gracia e inteligencia’

‘No amor, la vida no es fácil, mas es cabronamente hermosa. Tú tienes un corazón muy determinado, una inteligencia aguda y un espíritu generoso. Estoy tan llena de ti, tan orgullosa de ti, de verte valiente construyendo una identidad amorosa, alegre, fuerte y comprometida. Constanza, mi Constanza mi niña, mi ternura, mi cielo, mi corazón, mi todo y sin embargo eres tuya; tanto como cuando decides trepar una ola y hacerla tuya, dominar el horizonte, retar la energía del agua y realizar tus anhelos ’, es parte del hermoso mensaje que Edith le dejó a su niña.

‘Eres una niña hermosa, sólo puede decir gracias por permitirme se tu madre, velar tu sueño y ver en tí el milagro de la vida. Cons tomadas de la mano recorramos el mundo, al fin y al cabo somos polvo de estrellas. Te amo pequeñita’.

 

FOTOS: edithgonzalezmx1

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