Hermila Galindo: la primera candidata a diputada federal

Entre muchos de los logros de la mexicana Hermila Galindo, se cuenta no solo ser pionera en luchar por los derechos políticos, laborales, sociales y educativos de las mujeres en México y en América Latina, sino también ser la primera diplomática en el país.

Hermila nació el 2 de junio de 1896, en Lerdo, Durango. Su madre murió solo tres días después de su nacimiento, por lo que fue criada por su padre y su tía.

Siempre fue aplicada en sus estudios y obediente con su padre, por lo que estaba destinada a estudiar Química.

Sin embargo, al morir su progenitor, Galindo tuvo que comenzar a trabajar. Así, para cuando tenía 15 años, se mudó a la Ciudad de México, donde se unió al Club Liberal Abraham González, con el fin de trabajar con su sensibilidad hacia los problemas políticos y sociales.

Ahí, dio un discurso en honor a Venustiano Carranza, después de que el presidente Huerta renunciara.

Fue ahí cuando impresionó a Carranza con su oratoria y este le pidió que se convirtiera en su secretaria particular.

Así, viajó por todo México y no solo realizó una labor de propaganda con las fuerzas constitucionalistas, sino que también trabajó por las mujeres, pues para ella, el feminismo era muy importante en la revolución mexicana.

Hermila señaló esto con un resumen de las discriminaciones legales que contenía el Código Civil de 1884, según el cual, una vez casadas, las mujeres se volvían imbecilitas sexus (“un imbécil por razón de su sexo”) y perdían todos sus derechos.

Además de denunciar todas las desigualdades que una esposa padece, Galindo fundó la revista La mujer moderna, publicada durante cuatro años.

Aunque no pudo asistir al primer congreso feminista de México, el texto que envió para ser leído en la asamblea cayó como bomba, pues en él manifestaba que era la iglesia quien obstaculizaba el logro de los objetivos feministas en México.

Con su lucha, logró que Carranza promulgara una nueva Ley de Relaciones Familiares en 1917 y con solo 20 años, era una mujer que se hizo notar en el Congreso Constitucional de Querétaro.

A pesar de ser ignorada, como todas las demás mujeres presentes en esas reuniones, Hermila nunca se desanimó y en 1917, se propuso como candidata a diputada del quinto distrito electoral de la Ciudad de México.

Sorpesivamente, ganó la elección, pero la Cámara de Diputados le negó el puesto debido a su género.

Entre todo su trabajo político y feminista, también se desempeñó como periodista y editora, y además de su trabajo en revistas, escribió cinco libros sobre diversos temas de la revolución mexicana y una biografía de Venustiano Carranza.

Con el fin abrupto del régimen Carrancistas, también terminó la carrera política de Hermila y se retiró a los 24 años, para tener una vida privada más tranquila.

Pero Hermila sí fue congresista: en 1952, se convirtió en la primera mujer en el Congreso federal de México y en 1953, su sueño se cumplió con la reforma del artículo 34 de la Constitución que otorgaba el voto a las mujeres.

Hermila también se casó y tuvo dos hijas, y murió en 1954, con una labor que todas las mujeres mexicanas deberíamos conocer y reconocer.

*Con información de El País