Jeanne Baret: la primera mujer trotamundos

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A Eric J. Tepe, un botánico de la Universidad de Utah (Estados Unidos), tenemos mucho que agradecerle las mujeres.  A través de sus investigaciones, Tepe rescató del olvido a una de las primeras mujeres francesas que se atrevió a entrar, en el siglo XVIII, en el cerrado y machista mundo académico de la botánica.

 

Su nombre era Jeanne Baret, una mujer de extracción muy humilde, que se disfrazó de hombre para poder embarcar en la aventura científica más osada de su época: la expedición de Bougainville, que dio la vuelta al mundo y provocó un salto cualitativo en los conocimientos geográficos y biológicos.


Por amor al amor… y a la ciencia


Tepe, que trabaja fundamentalmente en taxonomía y diversificación de plantas en América Latina, descubrió la figura de Jeanne Baret al escuchar una entrevista en la que la escritora estadounidense Glynis Ridley promocionaba su biografía sobre Baret.

 

En ella, narraba la experiencia de esta campesina que en 1767 decidía embarcarse en la expedición de Louis Antoine de Bougainville, primero por amor a su novio, y luego, por amor a la ciencia. La Baret cometía un agravio a la Marina Real, que prohibía totalmente a las mujeres subir a bordo.


Protegida por el biólogo Philippe Commerson( también su amante)


1 de febrero de 1767. Un tal "Jean Barré", de aspecto mozalbete un poco afeminado (dicen algunos), sube a bordo del buque L'Etoile con 120 hombres. Si Jean Barré es Jean Barré y no la bonita campesina Jeanne Barret es porque, desde 1689, una ordenanza real castiga con severas penas que pueden llegar a la muerte a toda mujer que se enrole a bordo de un buque bajo pabellón real.


Protegida por el biólogo Philippe Commerson, que de hecho era su amante y compañero de aventuras, Jeanne se encontró de golpe aupada entre lo mejor de los astrónomos, cartógrafos, ingenieros, naturalistas, dibujantes y escritores de la época, para un viaje planetario que duró poco más de dos años.


Commerson y Barret, durante la expedición, y antes de que Jeanne fuera descubierta y ambos desembarcados en la isla Mauricio, recogieron y clasificaron unas 70 especies de plantas en lugares entonces poco estudiados por la ciencia, como la bahía de Río de Janeiro, el Estrecho de Magallanes, Tahití, Madagascar y el propio Mauricio.


Casi una planta en su honor


El biólogo oficial que supuestamente estaba acompañado por su "asistente" estuvo muy enfermo durante el viaje, así que en realidad fue Jeanne la que detectaba, recogía y organizaba las plantas para presentárselas a Commerson. Él estuvo a punto de agradecérselo. Según figura en sus notas personales, iba a bautizar Baretia (de "Barret") a todo un género de plantas tropicales, hoy conocido como Turraea, de la familia de las Meliaceae.

 

Pero tras la deshonra del desembarco de ambos al ser descubiertos, falleció en la isla Mauricio, antes de poder oficializar la denominación.


Hoy, Tepe, el científico de la Universidad de Utah, ya ha encontrado la manera de reparar ese olvido de la historia oficial de las ciencias. Desde hace unas semanas, según relata la revista Phytokeys, una planta descubierta por Tepe lleva el nombre científico de Solanum baretiae.

 

Se trata de una planta endémica de ciertos puntos del sur de Ecuador y el norte de Perú, que crece oculta en el sotobosque. Tepe la ha escogido porque sus hojas varían de forma, tal y como ocurre con esa otra planta que, inicialmente, hace más de tres siglos, iba a llevar el nombre de la primera mujer que dio la vuelta al globo.

 

Aclaración:
El contenido mostrado es responsabilidad del autor y refleja su punto de vista, mas no la ideología de actitudfem.com

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