Yo también juzgué a las feministas, pero ya no más: hoy grito, marcho y lucho por nosotras

Fue un error y lamento no haberme dado cuenta desde antes, me equivoqué al juzgar y criticar las marchas que, sin sábelo, también gritaban por mí, por mi mamá, mi abuela, mi sobrina, mis amigas y todas las mujeres que me rodean. Lamento mucho no habernos apoyado todo este tiempo, no gritar con ustedes, no exigir y no quemarlo todo a su lado. Perdón por callarme y por no valorar los gritos que también protestaban por mí.

Sí, yo también dije que “ésas no eran formas”, también me enojé porque cerraban las calles, también me incomodé por ver muros pintados, pero ya no más, ahora me incomoda más las vidas perdidas de mujeres todos los días, me incomodan más los actos machistas de los que me rodean, ahora me incomoda más el sistema patriarcal que nos ha cegado por años, ahora me incomoda más que sigan normalizándose la violencia, el acoso, la misoginia y el machismo.

Hoy alzo la voz y protesto, hoy lo quemo todo por ellas, por las mías, por ti, por mí y por las que no quieren; hoy lo pinto todo, hoy lo rayo todo, hoy grito, hoy marcho, hoy aprendo de ustedes, hoy no me reprimo ni me callo, hoy me abro, me enojo y las valoro.

Hoy me indigna más una voz arrebatada que un monumento pintado, porque las mejores guerras no han sido con paz sino con la mano dura del enojo, de la justicia, de la exigencia y de la rabia. Entonces, por mí, píntenlo todo, quémenlo todo, rompámoslo todo. Nada vale más que nuestra lucha, que nuestra voz, que nuestra protesta, que nosotras.

Nada vale más que las vidas perdidas, que las niñas silenciadas, que nuestra seguridad: nada vale más que nuestra libertad.

Hoy protesto con ustedes por nosotras, ustedes me representan y yo las represento a ustedes, hoy me pinto de morado y verde hasta siempre, hoy no me callo jamás, hoy exijo, hoy me uno a la lucha por nuestra libertad.

Las defiendo todos los días, las cuido, las valoro y las abrazo; les agradezco por luchar por mí aun cuando yo no quería hacerlo y por seguir haciéndolo hasta ahora, hoy me toca gritar por ustedes, por todas.

No puedo sentirme más afortunada porque sé que ustedes me acompañan hoy y siempre, porque jamás volveré a salir sola a la calle si ustedes me cuidan, porque las tengo y me representan. Porque tenemos una lucha y la hacemos todas por todas.

Hoy, con el corazón abierto, grito por cada una de las que fueron silenciadas y por las que gritan conmigo, y por las que aún no gritan también. Grito, pinto, quemo, bailo, canto, rompo, protesto y defiendo por todas, por ti, por mí y por las que vengan.