La verdadera historia del médico que salvó miles de vidas por saber escuchar a las mujeres

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Foto* / Wikipedia: La visita al hospital, de Luis Jiménez Aranda
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A lo largo de la historia las mujeres hemos sido invisibilizadas y en el pasado era impensable que cualquier mujer pudiera involucrarse en "cosas de hombres" como la medicina y la ciencia, ya que nuestro género era considerado inferior. 

Esto empezó a cambiar, aunque no del todo, luego de las ideas que introdujo el Siglo de las luces a las nuevas generaciones y a un médico, Ignaz Semmelweis, que decidió hacer a un lado sus prejuicios y escuchó el sabio consejo de las mujeres para salvar miles de vidas .

 

Lección de anatomía del Dr. Nicolaes

Lección de anatomía del Dr. Nicolaes Tulp, Rembrandt.

 

 

La verdadera historia de Ignaz Semmelweis, el médico que salvó miles de vidas gracias a las mujeres

Ignaz Semmelweis fue un médico de origen húngaro, que se preocupó por algo que sus colegas simplemente vieron como "normal": la muerte de cientos de mujeres durante el parto. 

Ignaz Semmelweis estudió medicina en Viena y se especializó en obstetricia. Durante 1846, entró a trabajar en la Primera División del servicio de maternidad del Hospital General de la ciudad y fue ahí donde descubrió que cerca del 18% de las mujeres que entraban en parto morían a manos de los médicos y estudiantes de medicina. 

Preocupado puso en práctica el método empírico y se dedicó a observar las prácticas cotidianas de los médicos. El hallazgo vino cuando Ignaz Semmelweis empezó a involucrar en sus estudios a las parteras (mujeres que no habían estudiado medicina pero que ayudaban a otras mujeres en la labor de parto). 

Ignaz notó que las parteras, conocidas como comadronas, tenían menos defunciones en comparación a los médicos. 

 

 

Instagram: @carlyjeanandrews

 

Ignaz Semmelweis descubre por qué el lavado de manos es fundamental para evitar infecciones

Después de varios fracasos, Ignaz Semmelweis al fin llegó a la conclusión de que la brecha de defunciones entre las mujeres, en las distintas áreas, se relacionaba directamente con la falta de higiene de sus colegas.

Ignaz Semmelweis se dio cuenta que mientras las comadronas se dedicaban en exclusiva a las embarazadas, además de lavarse las manos durante cada parto; los médicos y sus alumnos pasaban de manipular cadáveres en la clase de anatomía a atender labores de parto. 

Aunque en ese tiempo no se tenía evidencia para probar lo que Semmelweis decía ; el solo hecho de considerar que la práctica ancestral de las mujeres era mucho más higiénica que la "medicina moderna", era casi un sacrilegio. 

Pero esto no le importó a Ignaz Semmelweis quien convencido de su teoría decidió correr el riesgo y darles un lugar en la historia de la medicina a estas mujeres que se dedicaban a atender partos.

 

 

Ignaz Semmelweis: su exilio como una consecuencia de dar voz a  las mujeres

Desafortunadamente Ignaz Semmelweis fue tildado de loco, desacreditado y su licencia como médico le fue retirada

Sus últimos días los pasó encerrado en un hospital psiquiátrico e irónicamente murió infectado de una herida mal atendida, misma que fue causada por los custodios del hospital que en ese entonces maltrataban a los enfermos mentales sin que fuera mal visto. 

 

 

Louis Pasteur: el justiciero de Ignaz Semmelweis

Fue hasta 1864, que Louis Pasteur ofreció una conferencia en la Universidad de la Sorbona de París, en donde expuso (con evidencia) el error que los médicos habían estado ignorando por décadas sobre las  infecciones. Demostrando con su experimento del matraz de cuello de cisne, que las bacterias se encuentran en todos lados

Igual que su colega Ignaz Semmelweis, Pasteur insistió que la higiene era necesaria para trabajar en espacios más asépticos y devolviéndole todo el respeto que las observaciones del húngaro merecían dijo solemnemente: 

'Lo que mata a las mujeres de fiebre puerperal son ustedes, los doctores, que llevan los microbios de enfermas a sanas. Si yo tuviera el honor de ser cirujano, me las lavaría concienzudamente'.

 

 

Ignaz Semmelweis: la revolución sanitaria que comenzó hace más de 170 años

Ahora, 170 años después de las observaciones, de Ignaz Semmelweis la humanidad sabe que es fundamental lavarse las manos constantemente para evitar infecciones e incluso es gracias a esta práctica, que siempre fue más común entre las mujeres, que podemos mantenernos sanos de nuevas enfermedades. 

De igual forma se sabe, gracias a los antecedentes que asentaron las observaciones de Ignaz Semmelweis y las investigaciones de Louis Pasteur, que  lo que mataba a las mujeres que entraban en labor de parto eran las bacterias.

 

Instagram: @aboutpurple 


 

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