¡Aguas con la estafa callejera del fajo de billetes!

¡Aguas con la estafa callejera del fajo de billetes! / Especial
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¡Aguas con la estafa callejera del fajo de billetes! No caigas en esta trampa que usan los delincuentes en las calles para querer robarte. Checa:

Estos sujetos pueden encontrarse en lugares como las plazas públicas, los tianguis, estaciones del metro o centrales de autobuses y acechan a aquellos crédulos que están dispuestos a brindarles unos minutos.

 

¿Qué buscan? Apelar a la necesidad o ambición de una víctima despistada e ingenua mediante alguna historia que les permita ganar ventaja y la confianza de la persona, para después quitarle sus pertenencias.

 

Existen varias trampas que utilizan estos timadores pero una de las más comunes involucra un gran fajo de billetes.

 

La manera de operar es la siguiente:

 

Identifican a una víctima y caminan junto a ella, para esto se necesita otro cómplice que camine delante de la víctima y que de la nada deje caer un fajo de billetes de manera que la víctima pueda notarlo.

 

El otro timador se apresura a levantar el paquete, se le acerca a la víctima y le propone dividirse el dinero si ésta no dice nada, para convencerla le muestra el gran fajo de billetes. Éste es el momento en que la persona puede caer al ver la suma que le correspondería.

 

La persona que dejó caer el fajo puede regresar (aunque en algunos casos no es necesario) y preguntarle a la víctima si había visto el dinero, e incluso detallar que se trata de una suma elevada en billetes de cierta denominación.

 

Si la víctima sigue el juego y responde que no ha visto nada, entonces el timador le dice que vayan a otro lugar para dividirse el dinero.

 

En este momento, el timador puede mostrarse nervioso y decirle al incauto que ya no quiere problemas, que mejor le deja el fajo de billetes a cambio de lo que traiga. Si la víctima considera que sus pertenencias valen menos que el fajo, accede y cree que salió ganando pero este gran fajo resulta ser de billetes falsos o estar relleno de papeles.

 

Otro escenario probable se da cuando se conduce a la víctima a un lugar propicio, entonces simplemente lo amedrentan y lo roban.

 

La anterior es sólo una modalidad de las que utilizan personas que buscan aprovecharse de los transeúntes y también de los turistas. Y por supuesto, no puedes confiar en mujeres o ancianos, pues el punto es precisamente que no te den mala espina.

 

A mí me ocurrió no hace mucho, y aunque me negué y seguí caminando, el anciano insistía en que ‘quería compartir su suerte conmigo’. Por un momento pensé: ‘¿quién soy yo para rechazar dinero en estos tiempos?’, pero no estaba dispuesta a quedarme con el dinero de alguien más y encima, descubrir que la incauta era yo.

 

Así que no dejes que la ambición o necesidad te ganen y mejor, sigue tu camino.

 

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