Casarse está en griego, o cómo enamorarte de la familia de tu pareja

Lo que aprendí de las comedias románticas: Reseña de Casarse está en griego
IFC Films
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La familia es un tema que se suele tocar muy poco en las comedias románticas, sobre todo las estadounidenses. Y sin embargo, la familia forma una parte vital de nuestras vidas amorosas.

Por un lado, nuestros padres, o si no los abuelos, o si no los tíos, nos muestran desde pequeños cómo luce el amor, y lo bueno y lo malo que puede salir de las relaciones. Nos enseñan lo que sí queremos y no queremos en nuestra futura vida amorosa.

Por otro lado, cuando nos casamos con alguien, nos estamos casando también con su familia y ellos con la nuestra, con todo lo bueno y lo malo que eso pueda implicar.

Así que sí, las familias formn parte integral de nuestras historias de amor, sin emabrgo, rara vez tienen espacio real en el guión de una historia de amor.

Por eso una de mis películas favoritas siempre ha sido Casarse está en griego de la guionista Nia Vardalos y el director Joel Zwick, que cuenta la historia de amor de una mujer con su esposo, y de una familia con su yerno.

La película cuenta la historia de Toula, una mujer de 30 años que por seguir los pasos de su familia griega migrante no ha podido encontrarse a sí misma.

Con un poco de ayuda de sus tías y el empujón de los 30, se decide a ir a la universidad para tomar un curso, consigue un nuevo trabajo, cambia de look. Todos estos cmabios los realiza para sí misma y por sí misma, no por alguien.

Por eso resulta tan satisfactorio y natural, cuando conoce a Ian (al que había visto antes en un restaurante de su padre) y se enamoran. El meollo del asunto no es si se amarán o no, porque eso queda claro muy rápido.

El meollo del asunto es que la familia griega ortodoxa de ella acepte a un gringo protestante como él. Todo lo que hacen juntos para quedar bien con la familia de ella es dulce, considerado y lleva a una boda llena de risas, pero de un amor muy sincero.

Cuando era adolescente amaba esta película, porque sin ser griega, veía en ella a mi familia: escandalosa, tradicional, metiche y siempre con las mejores intenciones para mí y mis primas.

Un día se la enseñé a una amiga ucraniana, y la amó por la misma razón, sentía que su familia estaba ahí retratada. Muchas, muchas personas del mundo no anglosajón, nos sentimos identificadas con esta película y con esa familia

Fue realizada con 5 millones de dólares, se esperaba que tuviera un éxito ligero y terminó ganando 368 millones de dólares. Es la comedia romántica más taquillera de la historia.

Lo más bonito es que es crítica de las posturas menos progresistas de las familias tradicionales, sin por ello condenarlos. Los entiende y a veces, eso es lo más que podemos aspirar a lograr con nuestras familias (y la de nuestra pareja).

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