IT: Chapter 2, la película que comprueba que si no haces frente a tus miedos jamás serás libre

Sólo quienes han leído la novela de Stephen King: IT (1986), saben que el libro inicia justo como lo plantea la segunda parte de este filme, con el mismo nombre, dirigida por el argentino Andy Muschietti que si bien hizo un trabajo formidable con la primera entrega de ésta, no logró capturar la esencia de ‘Los Perdedores’, cuando estos son ya mayores.

Aunque es entendible que una película es siempre una adaptación (inconclusa por así decirlo) de una novela, la cinta del argentino toma demasiado literal algunos pasajes de la historia original, restándole de alguna forma todo lo encantadora que ésta puede llegar a ser debido a su naturaleza introspectiva.  

El problema con Muschietti es que no logra comprender que IT trata sobre la infancia, los lazos que se hacen en ella, los miedos y cómo estos se vuelven una carga pesada si no se les enfrenta. En vez de optar por lo metafórico y dejar a Pennywise en segundo plano, el director termina por abusar de este recurso y sus personajes pocas veces ven hacia su interior.

Esto provoca que los mismos, excepto por Richie Toizer (Bill Hader), no sean entrañables y que el espectador no sienta ningún tipo de empatía, o química, hacia cualquiera de ellos.

Pese a que todos ‘Los Perdedores’ llevan vidas de aparente éxito por dentro están desmoronados, no saben relacionarse, sus relaciones de pareja, de la mayoría de ellos, son un desastre y sin saberlo han repetido patrones de conducta que les desagradan de sus padres.

Nada de esto se aborda en la cinta, Muschietti opta por quedarse con el aspecto superficial de los personajes y esto provoca que a momentos sean caricaturescos, convirtiendo gran parte de esta segunda entrega en una horror comedy.

Durante los primeros minutos IT: Chapter 2 se apega a la historia original. Unos hombres abiertamente homofóbicos hostigan a Adrián Mellón y a su pareja. Adrián cae al canal y ahí Pennywise lo muerde de la costilla hasta que el muere desgarrado en las fauces del payaso.

Sin embargo la historia poco a poco empieza a saturarse de detalles que el director plasmó, como el cameo de él mismo, en la farmacia, otro más de Stephen King como vendedor de una tienda y una escena, que quizá vale toda la película, en la casa de los espejos.

Pero no todo en IT: Chapter 2 está mal. El filme tiene algunos aciertos que bien vale la pena hacer mención; uno de ellos es el magnífico tributo que hace a su serie homónima de 1990, cuando Ben es engañado por el payaso haciéndose pasar por Beverly y otra más que evoca perfectamente a esta serie (y al libro), el momento en que Beverly vuelve a su casa y es recibida por la señora Kersh, quien en realidad es Pennywise.

En esta misma secuencia Pennywise aparece vestido como el señor Marsh, el padre de Bev, y sus diálogos son verdaderamente aterradores. No le habla de forma burlona, no hace uso del sarcasmo, el payaso le habla como el abusador de su padre y eso da más miedo que cualquier otro momento en la cinta.

IT: Chapter 2, mejora su ritmo pausado y accidentado durante la segunda mitad de esta cinta, con una duración de casi tres horas, logrando salir a flote. En este punto se puede sentir a Muschietti más cómodo dirigiendo, haciéndolo tan bien como la primera entrega de 2017. Sin embargo, no es suficiente e incluso parece haberse quedado corto de tiempo.

Como sea IT: Chapter 2 dará mucho de qué hablar porque algo es definitivo, no pasará desapercibida pues la amarás o la odiarás.

Imágenes: Warner Bros. Pictures