La verdadera historia del asesinato de 'Un asesinato en West Cork'
Este 30 de junio llega a Netflix la nueva miniserie de crimen real “Sophie: Un asesinato en West Cork”, por lo que en esta ocasión te contamos la verdadera historia de Sophie Toscan du Plantier.
Dirigida por John Dower, la producción reabre el impactante caso del asesinato ocurrido en una zona rural de Irlanda que solo fue superado por la posterior búsqueda del culpable.
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Quién fue Sophie Toscan du Plantier
Justo antes de la Navidad de 1996, cerca de la pequeña ciudad de Toormore, condado de Cork, se hizo un descubrimiento impactante: el cuerpo de Sophie Toscan du Plantier, una productora de televisión francesa de 39 años.
Du Plantier había visitado Irlanda varias veces cuando era adolescente y, en 1993, compró una casa de vacaciones en Schull, cerca de Toormore. En los noventa vivió en París con su marido, Daniel Toscan du Plantier, y su hijo de su primer matrimonio.
Así, Sophie Toscan du Plantier decidió hacer un viaje en solitario a Irlanda poco antes de Navidad, y llegó el 20 de diciembre de 1996 con la intención de volver a París unos días después.
Sin embargo, su cuerpo fue encontrado por una vecina, Shirley Foster, la mañana del 23 de diciembre. La habían vestido con ropa de dormir y botas, y fue asesinada de una manera brutal con un trozo de pizarra manchado de sangre que se encontró cerca.
La patóloga no pudo asistir a la escena del crimen durante 28 horas y su cuerpo fue dejado afuera durante todo este tiempo. Cuando finalmente llegó, encontró múltiples heridas en la cabeza tan severas que un vecino no pudo identificarla.
Desde entonces, la policía irlandesa, ha sido acusada de "mal manejo de las pruebas" y de presuntamente "coaccionar e intimidar a los testigos". Sin embargo, un informe concluyó posteriormente que, si bien hubo una falta de administración en la investigación, no hubo "evidencia de corrupción de alto nivel".
Contrario a otros documentales sobre crímenes reales, la producción de Dower muestra un lado más humano, real de Sophie Toscan du Plantier, mostrándola sí como la víctima de un atroz asesinato, pero también como una mujer complicada con su propia historia.
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El principal sospechoso
Ian Bailey. Mancuniano se mudó a Irlanda en 1991 y era conocido por la policía local por un ataque de violencia doméstica contra su pareja que la llevó a la hospitalización y posteriormente se convertiría en el blanco de las investigaciones de este caso.
Bailey niega conocer a Sophie Toscan du Plantier, aunque varios testigos lo han contradicho desde entonces, y la atención principal se centra en el hecho de que Bailey sabía que la víctima era una mujer francesa el día del descubrimiento, antes de que este hecho se anunciara públicamente.
Poco después del asesinato, se descubrió que Bailey tenía rasguños en los antebrazos y una herida en la frente, que atribuyó a la tala de un árbol de Navidad el 22 de diciembre. Pero los investigadores no pudieron replicar estas lesiones cuando realizaron una prueba pericial.
Además, también hubo testigos con Bailey el 22 de diciembre que dijeron que no había lesiones notables en él en ese momento.
Mientras estaba bajo investigación, el ex-periodista comenzó a escribir artículos de noticias, afirmando que Sophie Toscan du Plantier tenía "múltiples compañeros masculinos" y trató de mover el foco de la investigación de West Cork a Francia.
Pero aunque fue detenido dos veces por la Garda (la policía irlandesa), no se formularon cargos en su contra porque no había pruebas suficientes para proceder a juicio y a casi 30 años del juicio, la familia sigue esperando justicia.
Este no fue el final del caso de Sophie Toscan du Plantier y si quieres conocer cómo Bailey logró escapar dos veces más a la justicia, checa este video en que te contamos completa la verdadera historia de “Un asesinato en West Cork”.