'Baila conmigo' o la vez que Chayanne fue galán de Hollywood

Reseña: Baila conmigo, o cómo Hollywood ve a los latinos
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A mediados de los años 90, Chayanne tenía casi 30 años de edad y 20 años de carrera. Aunque era muy conocido en el mundo de habla hispana gracias a canciones como Fiesta en América, Provócame, y Tiempo de vals, quería, como tantos artistas, hacer el ‘crossover’ al mercado anglosajón.

Su oportunidad llegó con la película Dance with me (Baila Conmigo), de la directora Randa Haines. En ella, Chayanne sería el protagonista de la historia de un joven cubano que viaja a Estados Unidos para conocer al hombre que cree que es su padre, y en el camino, obvio, se enamora de la guapísima Vanessa Williams.

Por supuesto, en la película hay muchísimo baile, justificado por la cubanía de Rafael Infante (Chayanne) y el hecho de que su padre-no padre John Burnett (Kris Kristofferson) es dueño de un estudio de baile donde practican profesionales y reciben clases los amateurs.

Las diferencias entre los personajes y sus culturas, se exploran a través del baile. Mientras que los gringos bailan con mucho cuidado de la técnica y limpieza de movimientos, siguiendo reglas, Rafael baila como le nace en el cuerpo, sin cuidado y sin preocupación. Ya se imaginan quién luce mejor, y de todos modos, por el placer de los ojos, les dejo un video de Chayanne bailando.

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La historia es sencilla, tierna y las escenas de baile muy bien logradas. La química entre Vanessa Williams y Chayanne es palpable (¿o será solo que los dos son muy hermosos?), y los personajes secundarios son entrañables. 

Aunque la relación entre Cuba y Estados Unidos en la vida real no es muy buena, la película se aleja de temas políticos, así que saber por qué el personaje de Chayanne se va de Cuba y por qué llega con semejante facilidad a Estados Unidos queda en la imaginación del espectador, que puede sentir que es una fantasía.

Otra fantasía es que Chayanne sea cubano. El actor y cantante es puertorriqueño, y aunque las islas se parecen, en cultura y hasta en bandera, no son lo mismo. Hollywood tiene una larga historia de mezclar a muchos países con la fantasía del latin lover.

La figura del latin lover ha sido un cliché de Hollywood desde el principio de la industria del cine. Primero venían de España e Italia, luego incluyeron a los puertorriqueños, y en unos años ya estaban incluidos los cubanos, brasileños, colombianos, venezolanos, argentinos, mexicanos y un largo etcétera.

Prácticamente cualquier hombre (o mujer) de piel tostada, pelo negro y acento exótico, puede ser un latin lover. Normalmente hay otras características: seductor, buen amante, baila bien y es muy, muy, muy sexy. Básicamente, reducidos a su poder sexual y sensual.

Cualquier persona de América Latina sabe que estas afirmaciones no se pueden hacer así sobre ninguno de nuestros países, pero es lo que Hollywood ha alimentado como un estereotipo, reduciendo cientos de culturas a un poco de placer sexual.

Al final, Chayanne no consiguió hacer el crossover al mundo anglo, pero sí se posicionó como uno de los reyes de la música pop en español, y del corazón de nuestras mamás, y tías.

Viéndolo, a sus 30 años, en esta película, es fácil entender por qué.

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