Los árboles artificiales están volviendo

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Cuando los árboles de Navidad artificiales y brillantes fueron manufacturados en los últimos años de la década de los 1950, su atractivo no era que eran reusables, amigables con el ambiente y fáciles de almacenar, sino que eran brillantes, de la era del espacio, y chic. Millones fueron producidos entre 1958 y 1969 en Nueva York, Pensilvania, Wisconsin y otras partes, con sus mayores modelos, que llegaban a una altura de más de dos metros, vendiéndose a unos 25 dólares. Con el tiempo, los árboles pasaron gradualmente de moda y fueron relegados a los áticos, sótanos y a los montones de basura.

 

Los árboles de aluminio no fueron los únicos sustitutos de los omnipresentes pinos naturales. Arboles de plumas fueron populares durante décadas, y otros árboles encantadores fueron elaborados de madera, que incluían ramas talladas. Y he visto bastantes árboles antiguos hechos de flecos de papel pegado a espigas de madera.

 

Ahora parece que los árboles artificiales son el total furor de nuevo. Son en efecto una adorable alternativa de los pinos frescos naturales, como una sensible respuesta a las preocupaciones ambientalistas. No es necesario cortar ningún árbol. Ningún árbol tiene que ser botado o reciclado.

 

Personalmente, siempre he preferido los árboles de aluminio, de plumas o de papel. Me he deleitado encontrando más de ellos al paso de los años en tiendas de antigüedades (encontré una veta madre en Portland, Maine), así como nuevas interpretaciones de ejemplares antiguos en tiendas como ABC Carpet & Home en la Ciudad de Nueva York. En lugar de costar $25, esos árboles, viejos y nuevos, pueden venderse por centenares de dólares. Y también los árboles naturales de Navidad cultivados, que duran sólo unas cuantas semanas, pueden ser igual de costosos.

 

He arreglado algunos árboles alrededor de la casa. De hecho, incluso los salones están engalanados con brillantes árboles. Arreglarlos es simple, pero dejar mullidas y derechas las ramas, que han sido estibadas en cajas o pequeños toneles, toma su tiempo. Aún así, esa inicial acicalada realmente mejora la apariencia final.

 

Una vez que los árboles están regordetes, cuelgo los adornos y trato de hacer de cada árbol una presentación de color o coordinación dentro del espacio en que se encuentra. Los árboles de aluminio se ven grandiosos con esferas y guirnaldas de uno o dos colores. Los árboles de plumas permiten un poquito de mayor diversidad y pueden tener centenares de adornos si se arreglan con cuidado. Los nuevos árboles brillantes con ramas complejas se ven mejor con un tema y de tonos únicos.

 

Nunca he puesto luces en esos árboles. Por mis indagaciones entiendo que nunca se intentó que fueran iluminados con hilos de luces sino con una rueda que rota en la base del árbol, iluminada y que refleja colores. No he encontrado esas ruedas, pero no creo que mis árboles hermosamente decorados necesiten un embellecimiento adicional.

 

Este año, estaré usando árboles de bronce en mi comedor, con relumbrones de plata y adornos rojos antiguos. En la sala, planeo arreglar árboles de plata. Los árboles serán adornados con ornamentos verdes y turquesa, y guirnaldas de cuentas que he coleccionado. En mi cuarto de aves, quiero usar el árbol grande de aluminio verdeazul que encontré en Maine. Estará cubierto con adornos dorados y guirnaldas de brocadillo doradas.

 

A nuestro editor de colecciones, Fritz Karch, también le gusta que los árboles artificiales no tiene puntas, no necesitan agua diariamente, y son reusables y versátiles. Me recordó que los árboles vienen en muchos colores, incluyendo blanco, dorado, azul, verde, rosa, rojo y bronce. Le obsequié unos blancos a Susan Magrino, mi publicista, quien los coloca en un espacio modernista con amueblado claro Heywood-Wakefield. Mi hija, Alexis, adora los raros árboles rosa en sus habitaciones contemporáneas. Kevin Sharkey, nuestro director de decoración, también adora los árboles color de rosa y llena sus ramas con cientos de ornatos plateados y de cristal.

 

Siempre usaré esos árboles, y estoy de acuerdo con ese estribillo de ventas de un catálogo de Sears de 1960: “Sea que usted decore con bolas azules o rojas... o use el árbol sin adornos, éste exquisito árbol será la comidilla de su vecindad. Aluminio con un gran realce le da un brillo deslumbrante. Es realmente durable (y) contra-incendios... Usted puede usarlo año tras año.”

 

Para lograr una estrella resplandeciente en la parte superior del árbol, y para tener más ideas artesanales para las fiestas y decorados, visite www.marthastewart.com/holiday-a-to-z

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